Por lo que tantas veces

Sueño de nubes
andar de pájaros
pestañear de los suelos
surge el invierno en la urbe.

Palos de fuego
incendios de madera
vapor de la tierra
se pega la hiedra.

Sudor en la frente
ardor en las manos
refulgir en el pecho
yo tengo tantos hermanos.

Robles milenarios
desiertos misteriosos
mares innavegables
el viento no es revoloteo.

Por lo que tantas veces
he creído y he sentido,
he crecido y retomado
necesario es el amor para lo creado.

Por lo que tantas veces
he bailado y he escrito
he sufrido y he reído
lluvia en la memoria del dolido.

Cortinas marrones
velos interminables
la sangre se rebela
y la paciencia es agotable.

Corona de espinas
para mi corazón
mordazas de hierro
ahogan la pasión.

Amor no correspondido...
amor eterno...
amor correspondido...
condenado eterno...

La blancura y la luz
el viento soplando la pampa
de la tierra nace una cruz.

Esta vez no fallaré
por lo que tantas veces he fallado
por lo que tantas veces he llorado
la melancolía vuelve
y me saca a bailar
pienso en el tiempo y ella
que no ha de regresar...

Las coplas brotan del alma
y mueren yéndose tal cual
en la mente nace y muere
el poema principal.