Todo transcurría con tranquilidad, mientras sobrevolaban el Amazonas. En la nave todo funcionaba con normalidad, hasta que sin razón alguna los motores se apagaron. El avión, un Hércules C-130, era piloteado por Edward Mc donell, quien intento, junto con su tripulación (Peter Braw -copiloto- Jhon King -navegador- Kevin Rosenberg, Phil Cassidi y Tommy Díaz -operadores-), hacer arrancar los motores nuevamente sin conseguirlo.
La nave seguía cayendo sin control, pero gracias a una rápida maniobra, el piloto logro estabilizarla para luego realizar un aterrizaje de emergencia.
El avión estaba en muy malas condiciones, le faltaba un ala y la cola estaba prácticamente destruida y sus tripulantes pensaban que había sido un milagro que hayan salido ilesos de aquel lugar. Trataron por todos los medios de lograr que la radio funcionara para pedir auxilio, pero a pesar de que Jhon era un experto en electrónica, no lo pudo lograr. Solo les quedaba esperar.
Tenían pocas provisiones pero sabian que racionándolas alcanzarían, ya que su vuelo estaba siendo monitoreado y no tardarían más de 3 o 4 días en encontrarlos y rescatarlos.
La noche empezó a caer y con ella los ruidos de la selva iván creciendo. De repente se empezaron a escuchar el sonar de tambores, lo cual les indico a los tripulantes de la nave que había una tribu de aborígenes no muy lejos del lugar de su caída. Esto, al principio, preocupo al comandante. Pero luego pensó que podía ser una tribu donde ya había llegado la civilización. Fue por eso que decidió organizar una expedición, para la cual se ofrecieron Peter, Kevin y Phil, siendo Edward, Jhon y Tommy los que se quedaron para resguardar el avión junto con su cargamento, y seguir intentando ponerse en contacto con alguien que pueda ayudarlos.
Kevin fue el encargado de guiar a los otros dos hombres a través de la selva. Caminaron alrededor de 3 horas siguiendo el sonar de los tambores, el cual iba siendo cada vez más cercano. Siguieron caminando hasta que de repente, y sin previo aviso se encontraron de frente con una ciudad que nunca imaginaron encontrar en aquel lugar.
Era una ciudad majestuosa de edificios bajos y calles anchas. En el centro, una plaza pentagonal rendía honor a sus 5 dioses mayores y en cada una de sus esquinas había un altar junto a un monumento de cada uno de estos, y frente a cada esquina se encontraban sus templos. Los templos eran lugares sagrados donde no se podía matar y era por esa razón que los altares para los sacrificios se encontraban fuera de estos, en la plaza.
Los 3 hombres entraron en la ciudad sin temer, ya que no vieron ni un solo guardia en la entrada. La ciudad parecía desierta. No se veía persona ni animal alguno, su camino era iluminado únicamente por la luz de la luna y el único sonido que se escuchaba era el incesante sonar de los tambores, razón por la cual sabían que esa ciudad no estaba deshabitada, y lo comprobaron al llegar a la plaza. Esta estaba colmada de aborígenes, quienes al principio no notaron su presencia ya que estaban concentrados en la ceremonia de sacrificio al dios muerte. Estas ceremonias consistían en sacrificar animales, pero lo que no sabían los tripulantes de la nave era que si algún extraño era encontrado en sus dominios estaba condenado a morir en los sacrificios, aunque solo podían ofrecer una vida humana por año a cada dios.
Los hombres siguieron caminando observando lo que ocurría a su alrededor. Nadie había notado su presencia ya que se movían por las sombras, pero sin darse cuenta Phil quedo a la vista de todos. Al notar su presencia, los aborígenes se abalanzaron sobre él, y lo atraparon sin mayor dificultad al igual que a sus 2 compañeros que salieron a tratar de ayudarlo y explicarles a los aborígenes que venían en son de paz. Ni bien fueron apresados, los hombres fueron llevados a los calabozos q estaban ubicados en los sótanos de la casa real. Allí se encontraron con una gran sorpresa. Sus compañeros, los cuales se habían quedado en el avión también habían caído en manos de los indígenas.
Después de aproximadamente un día de encierro, los hombres vieron llegar a 4 guardias, los cuales agarraron a Kevin y se lo llevaron. Lo introdujeron en lo que parecía ser una sala de baño. Esta estaba adornada con flores y diversos objetos de oro, en el centro de la sala había una bañera dorada y a su lado una mesa repleta de comida. Tres doncellas le preparaban un baño de sales naturales, mientras que otras dos preparaban la comida. Ni bien entró, Kevin, quedó impactado con la belleza de las doncellas, las cuales empezaron a acercársele con serenidad y ni bien estuvieron a su lado lo tomaron de los brazos y lo guiaron con cortesía hasta el centro de la sala. Una vez allí dos de las doncellas comenzaron a desvestirlo mientras las otras preparaban lo necesario para el baño.
Cuando estuvo completamente desnudo, lo guiaron hacia la bañera y las tres doncellas que preparaban el baño comenzaron a bañarlo, mientras que las otras dos empezaron a alimentarlo. Todo parecía indicar que le estaban dando la bienvenida, pero esto no era toda cortesía, sino que le estaban dando un baño ritual para sacarle todas las impurezas del cuerpo y el alma para ofrecerlo en sacrificio al Dios sol y la comida era simplemente que le ofrecían su última cena. Kevin disfruto todo aquello sin saber que estaba viviendo sus últimos momentos y que no volvería a ver a sus compañeros.
Ni bien termino el ritual del baño y Kevin termino su comida, las doncellas lo vistieron con una túnica blanca con finos bordados dorados, y una vez que estuvo listo, las 5 doncellas salieron de la sala. Después de unos minutos entraron nuevamente los guardias, quienes lo recostaron sobre una especie de camilla atándolo de pies y manos. Al notar que las cosas no terminarían bien, Kevin intentó liberarse sin obtener resultados. Dos de los guardias tomaron la camilla mientras que los otros dos los escoltaban, recorrieron un largo pasillo iluminado por antorchas, el cual conducía hasta el templo del Dios sol. Una vez ahí, un sacerdote realizó una especie de ritual, el cual concluía con la purificación del cuerpo y alma de Kevin. El ritual no duro más de 5 minutos y ni bien terminó los guardias, seguidos del sacerdote, trasladaron a Kevin hasta el altar que estaba situado en la plaza, justo en frente del templo.
La plaza ya estaba casi colmada, y faltaba ocuparse pocos lugares especiales, los cuales eran reservados para la nobleza y los jefes militares.
Kevin estaba paralizado por los nervios. Sabia que eran sus últimos momentos. Pero las cosas empeoraron cuando vio a sus compañeros amarrados a un costado de la plaza, viendo todo lo que sucedía. Se los veía preocupados e impotentes tratando de soltarse para ayudar a su compañero con excepción de Jhon que se lo veía resignado ya que sabia que no podían hacer nada, y que estaban todos condenados a seguir el mismo destino.
La plaza ya estaba colmada, todos los indígenas estaban ahí sin que faltara ni un hombre, mujer o niño, sin importar la edad que tuviera. Fue entonces cuando comenzó la ceremonia, la cual y no duro mucho más de 20 minutos. Los indígenas estaban mas eufóricos q en la noche anterior, mientras q los tripulantes de la nave estaban devastados por la perdida de su compañero. Los tambores q habían comenzado a sonar antes del sacrificio, continuaron así durante toda la fiesta.
La noche fue la mas larga q jamás hayan vivido. Ninguno de los 5 compañeros q quedaban con vida pudo conciliar el sueño hasta pasado el amanecer, y aunque pudieron dormirse, no pudieron descansar demasiado ya q al poco tiempo llegaron dos guardias para despertarlos y darles algo de comida. Al despertar, Edward noto que faltaba uno de sus compañeros y se dio cuenta q le havia llegado el turno a Peter.
Cuatro guardias habían ido antes y se lo habían llevado silenciosamente. Al igual que a su compañero, a Peter lo llevaron a una sala de baño, aunque esta era más oscura y estaba adornada con estrellas y nubes oscuras, lo que significaba que ofrecerían la vida de Peter a la diosa Noche.
El ritual de purificación fue muy similar al anterior, aunque este fue mas largo y los guardias se quedaron hasta q termino. De la misma manera q a Kevin, 3 doncellas lo bañaron y 2 lo alimentaron para luego vestirlo con una túnica azul oscuro con bordados grises. Ni bien terminaron su trabajo, las doncellas salieron del cuarto y los guardias tomaron a Peter y lo recostaron sobre una camilla, lo trasladaron a través de un largo túnel hasta el templo de la diosa Noche. Todo fue prácticamente igual al ritual de la noche anterior, salvo que los cuatro compañeros de Peter permanecieron en sus celdas, ya que la diosa Noche no permitía que ningún extraño presencie sus rituales.
Ninguno de los cuatro compañeros que quedaban con vida pudo conciliar el sueño, pues sabían que si se dormían cualquiera podría ser el siguiente en caer.
El día siguiente los encontró a todos desvelados. En la celda había un clima de tensión y nerviosismo impresionante, excepto por Jhon, a quien se lo notaba tranquilo en un rincón de la celda, no se movía parecía estar en estado de shock y era como si sus compañeros no notasen su presencia. Ellos estaban planeando como poder escapar de aquel lugar. Sabían que en cualquier momento llegarían los guardias para llevarse a uno de ellos, y sabían que siempre eran cuatro. Pero se equivocaron. El día pasó sin que llegue ningún guardia, ni siquiera para llevarles comida. El único guardia que vieron fue al que hacia la guardia y verificaba que este todo en orden.
Al caer la noche llego un grupo de cinco guardias quienes traían comida para los cautivos. Edward y sus compañeros comprendieron que tendrían, por lo menos, un día mas para planificar su escape. La noche paso sin que pudieran dormir. Todos ellos permanecieron despiertos durante toda la noche, a excepción de Jhon. El durmió placidamente durante toda la noche, como si no estuviese viviendo lo que pasaba en aquel lugar.
Otro día pasó sin que apareciera ningún guardia a llevarse a alguno de los hombres, quienes, a pesar de que comenzaron a tener esperanzas de salvarse, no dejaron de planear su escape. Edward sabía que una posibilidad era escapar cuando traían la comida. Pero era muy difícil, ya que la comida la traían cinco guardias y ellos eran solo cuatro, aunque el piloto no contaba con Jhon ya que este permanecía siempre como ausente y no seria de mucha ayuda.
La noche llego y con ella los guardias trayendo la comida. Como siempre fueron cinco los guardias que llegaron a la celda, y Edward, al notar que sus compañeros estaban cansados, decidió no intentar nada y esperar otro día para recuperar energías. Esa noche decidieron dormir un poco, aunque siempre uno de ellos se quedaba haciendo guardia, por si venían a llevarse a alguno. El primero en estar de guardia fue Edward, quien paso la noche con tranquilidad ya que a esa hora solo pasaban los guardias haciendo sus rondas de rutina. Luego de unas horas fue el turno de Tommy, que al igual que su compañero, paso la noche sin dificultad. Después llego el turno de Phil, quien después de alrededor de tres horas despertó a sus compañeros, pues advirtió que se acercaba un numero de guardias mayor al de las rondas de rutina. En unos pocos minutos, Edward y sus compañeros, estuvieron listos para enfrentarse a los indígenas, pero desistieron de la idea al ver que los guardias que se acercaban venían trayendo comida. Esta era la primera vez que les traían comida tan temprano, ya que, en los días anteriores, solo una vez les habían llevado comida cerca del mediodía y esta vez, recién estaba amaneciendo. Todos comieron con gran apetito, menos Jhon que seguía sentado en un rincón de la celda.
Paso cerca de una hora desde que habían terminado de comer, cuando vieron que se acercaban los guardias. Pero algo no era como en otras oportunidades, en las cuales venían cuatro guardias a buscar a su próxima victima. Esta vez venían solo tres de los cuales solo dos portaban armas. Dos espadas cortas y una lanza eran las defensas de los guardias ante cualquier intento de fuga.
Edward y Tommy se ubicaron uno a cada lado de la puerta, Phil se ubico de frente, mientras que Jhon seguía en un rincón de la celda inmerso en su mundo. Al escuchar el ruido de la llave abriendo la puerta, Edward y Tommy se prepararon para atacar a los guardias. Dejaron que entre el primero, que era el que no portaba armas y ni bien se asomaron los otros dos, los tomaron de sus lanzas y los arrojaron contra la pared al mismo tiempo que Phil se encargaba del guardia desarmado. Una vez que los tres guardias estuvieron sometidos, tomaron sus armas y ayudaron a Jhon a levantarse para escapar de aquel terrible lugar.
Todo estaba saliendo bien. Ya habían recorrido varios pasillos y estaban cerca de la salida, cuando de repente una lanza se clavo en el pecho de Phil quien cayo agonizante. Sus compañeros se detuvieron al instante para intentar ayudarlo, pero Phil les dijo que siguieran su camino que el ya estaba perdido, y al terminar la frase murió. Sus compañeros decidieron dejarlo y seguir su camino, pero al darse vuelta se encontraron rodeados por los indígenas. La primera reacción de Edward fue enfrentarse a ellos, pero se dio cuenta que seria en vano, pues había mucha diferencia numérica. Una guardia reforzada los guió nuevamente hasta la celda, a excepción de Tommy, a quien se lo llevaron con otro rumbo, el cual ya todos conocían.
Tommy fue en silencio y ofrecer la menor resistencia. Estaba resignado, pues sabía que no tenía la menor oportunidad de escapar. Llego al cuarto donde le darían el baño ritual, para purificar su cuerpo y su alma, y donde le darían su última cena.
El cuarto, adornado con plantas y decorado con muebles rústicos de madera, pertenecía a la madre natura, también llamada diosa de la naturaleza, reina entre los dioses de la tribu. El ritual no fue muy diferente a los anteriores y, una vez finalizado, vistieron a Tommy con una túnica marrón con bordados de diversos colores, las doncellas se fueron y entraron los guardias quienes lo acostaron sobre la camilla para llevarlo al templo de la diosa. Cuando llegaron el sacerdote finalizó el ritual y los guardias trasladaron a Tommy hacia el altar que se ubicaba en la plaza.
Comenzaron a sonar los tambores, anunciando que el sacrificio estaba por dar comienzo. La plaza, que se encontraba casi vacía, no tardo en colmarse de indígenas; y Edward y Jhon, que eran los únicos dos que quedaban con vida, fueron llevados a la plaza para presenciar el sacrificio. Fueron amarrados cerca del altar, y a pesar de lo que estaban viviendo, Jhon permanecía inmune a toda sensación. Ni bien finalizo el sacrificio, Edward y Jhon fueron trasladados nuevamente a celda, desde donde podían escuchar claramente la fiesta que se organizo en honor de la diosa.
El siguiente día llego y encontró a Edward desvelado y sin comprender como Jhon podía estar durmiendo tan tranquilo, sabiendo que él podría ser la próxima victima. El día transcurrió con normalidad. Cerca del mediodía les trajeron comida y, alrededor de tres horas mas tarde llegaron los guardias para llevarse a uno de los sobrevivientes. Edward pensó que se llevarían a Jhon pues era el que menos resistencia pondría, pero estaba equivocado. Los guardias pasaron por al lado de Jhon como si este no estuviese allí, y se dirigieron directamente hacia Edward. Él al darse cuenta de lo que sucedía se levanto del suelo donde estaba sentado e intento resistirse, aunque sabia q no tenia la menor oportunidad de liberarse.
Los guardias se llevaron a Edward para comenzar el ritual de purificación. Al ver que Edward tenía una conducta muy agresiva, los guardias lo drogaron con una especie de sedante. Ni bien llegaron a la sala de baño, los guardias lo dejaron sobre el suelo y de ahí en adelante las doncellas se encargaron de todo. La sala de baño estaba adornada con armas y diferentes “trofeos” de guerra que los indígenas tenían guardados. Edward, a pesar de estar drogado, se dio cuenta que estaba en la sala de el Dios Guerra, y que seria sacrificado en su honor. El ritual de purificación comenzó, y las doncellas se encargaron de que todo se hiciera a la perfección, pues sabían que el Dios Guerra no permitiría ninguna clase de error. Edward estaba prácticamente dormido y casi no probó bocado de la comida que le ofrecían, lo que facilito el trabajo de las doncellas.
El baño ritual havia finalizado y las doncellas vistieron a Edward con una túnica negra con bordados que simulaban una armadura, luego salieron y entraron los guardias para llevarse al piloto hacia el templo del Dios, donde un sacerdote finalizaría el ritual.
El sonar de los tambores no se hizo esperar, y la plaza comenzó a llenarse de aborígenes. Jhon ya estaba amarrado cerca del altar. Todo ya estaba dispuesto para comenzar el sacrificio, y este no se hizo esperar. Aunque el sacrificio duro mas que los anteriores no tardo mucho mas de cuarenta y cinco minutos y, una vez finalizado, los guardias tomaron a Jhon y lo llevaron a la celda para poder continuar con la fiesta que hacían luego de cada sacrificio.
Los tambores no dejaron de sonar en toda la noche, pero Jhon durmió como si nada pasara. Al otro día despertó temprano, y por primera vez se lo vio nervioso. Él era el único que quedaba con vida, y al parecer eso lo havia hecho reaccionar.
Las horas pasaron y Jhon estaba cada vez mas consiente de lo que sucedía. Cerca del mediodía llego un grupo de guardias trayéndole comida, la cual casi ni probó. Horas mas tarde llego otro grupo de guardias, pero estos no trajeron nada, se lo llevarían para comenzar el ritual de purificación.
Jhon no ofreció la menor resistencia por lo que los guardias lo dejaron en la sala de baño solo con las cinco doncellas. La sala estaba adornada con esqueletos y huesos desparramados por toda la sala, lo que significaba que Jhon seria ofrecido al Dios Muerte. El ritual fue similar a los anteriores, tres doncellas lo bañaron mientras que las dos restantes le dieron la comida. Luego, una vez finalizado el baño y terminada la comida, lo vistieron con una túnica completamente negra y salieron de la sala. Los guardias entraron, lo colocaron en una especie de camilla y comenzaron a trasladarlo hacia el templo del Dios. Jhon observaba las paredes del largo pasillo, el cual estaba iluminado por un sin fin de antorchas, pero de pronto algo extraño comenzó a suceder. Jhon vio que las paredes rusticas de aquel pasillo comenzaron a transformarse en paredes lisas y bien pintadas, las antorchas cambiaron por luces bien distribuidas en las paredes y los guardias que llevaban la camilla se convirtieron en lo que Jhon distinguió como doctores. Jhon no entendía nada de lo que estaba sucediendo. Escucho sin poder entender que los médicos hablaban entre si con sonrisas en sus rostros y luego de unos minutos volvió a dormirse.
Un día mas tarde Jhon despertó en una cómoda cama de hospital sin comprender lo que estaba sucediendo, una enfermera que se encontraba cuidándolo se apresuro a llamar al doctor que se encargaba de este caso. Cuando llego el medico se encontró con Jhon recuperado casi por completo, preguntando, como podía, que era lo que havia sucedido. El doctor trato de explicarle que él junto con sus compañeros habían tenido un grave accidente con su avión y que, cuando llego el grupo de rescate, él era el único sobreviviente que encontraron. |