Era la cita que màs le inquietaba, el solo pensar en estar ahì frente a èl, la hacia ponerse nerviosa, inquieta y sudar la gota gorda, y eso que no era la primera cita con ese hombre, de hecho era la tercera, pero desde que confirmaron la tercera Mily no vivia tranquila, pues el hecho de recordar lo acontecido en las anteriores ya la estresaba demasiado.
En la primera, su madre quizo acompañarla, pero sabia que era algo q tendria q hacer sola pues era solo ella y aquel hombre.
Su madre, como su mejor amiga que era, estuvo de acuerdo, tendria que ir sola, y asi fue.
Pero Mily al final de la cita estaba màs nerviosa aùn, pues no sabia como reaccionaria su madre despues de saber la manera en que la habia explorado aquel hombre, era obvio que su madre adivinaria que !!!ya no era virgen!!!, pero su madre como buena amiga q era supo comprender.
Pero la segunda cita habia sido màs complicada, pues recordaba que en aquel encuentro el dolor habia sido mucho mayor q en la primera, le habia dolido tanto cuando èl quiso meterselo, que incluso lo hizo al segundo intento por que en el primero no se pudo, por màs que ella abria las piernas no entraba y dolia mucho !!!que horror!!asi es que èl trato de tranquilizarla para que aquello entrara màs facilmente, y asi fue, afortunadamente no duro mucho tiempo aquello dentro de ella, pero de q dolio,dolio y mucho.
Y Aunque èl le parecia un hombre realmente atractivo y encantador, ella sufria tan solo de pensar en la tercera cita.
Por fin èl dia llego, la cita era a las seis de la tarde, pero Mily llego mucho antes, cosa rara en ella, pues era una mujer realmente impuntual, pero esta vez llego antes de la cinco, claro que tuvo que esperar, y ese tiempo era inquietante.
Por fin estaba frente a èl, cara a cara, y despues de una charla, ella ya sabìa que tenia que quitarse la ropa, auque esta vez èl le pidio que solo de la cintura para arriba, pero ella prefirio que se lo hiciera completo, a lo que iba.`Èl por supuesto aceptò, ella fue quitandose la ropa hasta quedar completamente desnuda, a pesar de que ya no era la primera vez, el pudor la embargaba, su nerviosismo aumento cuando ella se recosto en la cama y por fìn lo tuvo frente a ella.
Èl comenzo a explorarla comenzando por los senos, y asi, hasta llegar a aquello, le pidio q se relajara y asi lo hizo, abrio màs las piernas y se puso flojita.
Y por fin el momento llego, sintio como èl le metia aquello, y aunque se sentia frio y era incomodo, no dolio tanto como la ùltima vez.
Y por fin Mily se atrevio a decirle a aquel hombre lo q habia querido hacer hace tiempo:
- Me trauma venir con usted...
-èl respondiò- A mi mì me trauman las dentistas(ella lo era)...
-pero lo bueno es que a usted nunca tendran que hacerle esto- contesto Mily
- èl sonrio afirmado lo q ella decia.
Mily deseo màs que nunca ser !!!urològa!!, la venganza seria divina, pero aun asì no era justo.....
Tener que abrirle las piernas a un desconocido y que te toque tus partes ìntimas y que te metan por ahì una cosa que lo ùltimop que te produce es placer.. Y que ademàs te tomen fotos de adentro y no precisamente en la mejor pose, pero en fin eran necesarias para el reporte de la colposcopia de rutina
Lo que aquel hombre siempre le metìa era.!!!!el espejo vaginal!!!!! !!!!que horror!!!
!!!!ERA SU TERCERA VISITA AL GINECOLOGO!!!!
Lo unico bueno de todo esto para Mily era saber que los resultados despues de la tercera visita al ginecològo eran excelentes.
Ella estaba perfectamente bien de salud.
P.D. Todas las mujeres que hayan ido al ginecologo podran enterder esto perfectamente.
Ni modo chicas, lo que hay que hacer por la salud. |