Estoy pensando en mí.
No quiere decir que sea Benhur.
No estoy dejando nada de lado.
Solo pienso en mí.
Escribo de mí.
Planeo, diagramo.
No creo poder con todo mi egocentrismo.
Aquí hay 33 invocaciones a mi suerte,
y esta es la 34.
Parece que la cosa no era tan simple.
Parece que todo se da para que se vea equivocado.
Parece que tengo unas ganas inquietas
de que todos sepan quien soy.
Pero siempre lowprofile.
Siempre digna, como decíamos en el colegio.
Siempre reclamando, me decían.
Mi mama me decía: "a ti te gusta sufrir",
yo lloraba.
Y las lagrima en mi se convirtieron en emblema.
Y cada vez que la cosa me supera son un buen recurso.
Parece que mis ojos no se cansaran.
Parece.
Parece que me importaran los demás.
Parece que fuera una buena persona,
pero la verdad es que estoy podrida.
La verdad es que me los cago a todos,
y me importa un carajo.
Sufro, pero me importa un carajo.
Y los ojos grandes,
y la cara de niño perdido,
son un gran aliado.
Hipócrita.
Estoy pensando en mí.
No es que sea mala,
es que no lo puedo evitar.
Estoy mintiendo, planeando y contándote un chiste con lágrimas en los ojos.
Que más podrías esperar de una mujer.