Esta es mi versión de El Aleph de Borges, no crean que es copia =P...

PRIMERA PARTE
En una tienda a la vuelta de mi casa hay un pasillo donde venden Aleph's portátiles, no sé el precio, pero me interesaría comprar uno, y asi poder mirar a todas las chicas que quisiera, poder mirar mi pasado y recordar los buenos tiempos, o tal vez el futuro...
No sé muy bien como es que funcionan, pero un amigo me dijo que si funcionaban, que era cuestión de mirarlos un rato y ya... Pero que no era exactamente lo que uno esperaría de "todo"...
SEGUNDA PARTE
Hoy visité la tienda donde venden los Aleph's, y me sorprendí del precio, era adecuado, ni muy alto ni muy bajo... Asi que tomé uno, vienen en cajas negras, traen detrás un montón de advertencias, en la caja hay un dibujo del signo de Aleph en grande, debajo más advertencias y un logotipo de la compañía que los fabrica.
Lo pagué con mi tarjeta de debito, la cajera me miró extrañada y dijo -es increíble... la verdad no tiene sentido comprarlo ¿sabe?, bueno, tampoco tiene caso que yo le diga esto, igual lo comprará...-La miré a los ojos pero parecían vacíos. Tomé la caja y me fui a casa.
Una vez ahí leí lo que decía en la parte trasera de la caja; Principalmente eran advertencias de la compañía que decían no hacerse responsables por el uso del producto ni por el efecto que este pudiera provocar, decía que no podía ser usado ni por niños ni por ancianos y que la garantía duraba un año. Luego decían que el instructivo venia dentro de la caja y que no se sacara el Aleph de su estuche hasta no leerlo por completo.
Abrí la caja, había una bolsa negra de una tela gruesa y un libro a su lado. La bolsa tenia dos correas. Tomé el libro, que decía Instructivo de Aleph Portátil Modelo AP-020. Eran casi 400 páginas, asi que le di una rápida hojeada.
había cientos de esquemas y muchas advertencias más. Algunas aseguraban que no devisa verse el futuro, que era demasiado riesgoso, y que el cerebro humano no lo soportaba bien. Además de que casi siempre se sufría de perdida de la cordura, cosa de la cual la empresa se lavaba las manos con todas sus advertencias.
Asi que preferí no abrir la bolsa, demasiado miedo... Quizá lo haga otro día con más calma.
TERCERA PARTE
Hoy vi a Mariana, cruzó frente a mi ventana, se veía tan linda... Tan inocente. Su cabello castaño y enredado, volaba con el viento, ella cargaba con unas bolsas, sus manos, blancas, pequeñas... Llevaba puesta una falda color café, la hacia ver maravillosa. Pero no sabia casi nada de ella, de hecho no sabia si su nombre real era Mariana, solo lo suponía. Era un nombre que me gustaba mucho.
Esa fue la gota que derramo la curiosidad. Tomé la bolsa negra, pesaba mucho, dentro parecía tener una esfera de cristal con agua o algo asi. Coloque la bolsa en una mesa y tiré de las cintas, se descubrió una esfera de cristal, pero no parecía más. Me acerque y una luz azul centelló en su interior.
Revisé el instructivo y segui los pasos que indicaban para poder ver el Aleph, que no era la esfera, ese solo era su estuche o contenedor.
Tomé la esfera, la coloque en mi frente y eso era todo.
En un abrir y cerrar de ojos sabia todo lo que podía saber, y más incluso, visité cada rincón del universo conocible y el infinito, pero no lo pude apreciar... Miré el mundo entero, Conocí la vida de Mariana, mi vida y la de cada persona existente hasta ese momento en la tierra. Supe los como había estado la bolsa de valores desde que fue inaugurada y vi cada bomba que callo en cada guerra, cada lagrima de cada llanto y cada suspiro de un enamorado, vi odio y pasión, amor y tristeza. Lo vi todo, pero aun asi parecía que no había visto nada.
Dejé la bola en la mesa, camine a la sala y me dejé caer en un sillón. Ahora sabia que la mente humana no tenia capacidad de saberlo todo, prácticamente eso fue lo único que aprendí. Ademas de que no había ser humano que me gustara, desde ese dia no pude amar, no mude odiar, no pude sentir...
Y lo que hubiera pasado si hubiese visto el futuro...
Si lees esto será mejor que también te tomes el tiempo de leer el instructivo del Aleph completo, es como un instructivo de la mente, largo y complejo, pero a la ves simple. Claro se puede usar el Aleph para aprender el instructivo, pero será difícil detenerse, dejar de aprender, es como una insatisfacción.
Sé que por este medio habrá muchos lectores de este escrito, y sé que un porcentaje lo creerá, a ese porcentaje espero que logren evitar caer en la tentación de ver el Aleph, aunque pronto uno olvida casi todo lo que vio, la esencia de todo queda allí y ya nada tendrá sabor.