Espera desmayarse en sus brazos, igual que en las películas. Pero en las películas, él no viene a buscarla oliendo a cazalla.
Un bandido roba una bolsa con un libro. Y en el libro viene la historia de un bandido que roba una bolsa con un libro.
Tres hermanos entierran a su padre muerto una mañana de octubre. Cada uno rumia un recuerdo.
Un niño mira un escaparate de una juguetería en 1936, mientras a su lado desfilan militares.
Y sobre un banco cae una hoja de un árbol.
Amanece sobre Berlín.
Antonio mira la foto de cuando hizo la mili, junto con su amigo Manolo, y sonríe.
Juana se dirige a su tienda, y piensa en lo que pasó anoche.
Pasa el autobús, cargado de gente. Uno de ellos no volverá esta noche a su casa.
Y hoy, para volver a casa, no he pasado por los mismos escaparates. Y como dice Manolo, hace años que no subo la cuesta que me lleva a tu casa.
El sol se pone sobre los jornaleros, y es agosto, y es antaño, y no es hoy, es ayer, y las chicharras chirrian chirrian, y Juan canta una canción de su tierra. Y el tiempo pasa, y llueve sobre los cristales de la escuela, y Juan es un niño, y le castigan porque le pillaron en el baño, a él y a Colás, el Mantecas, zurrándosela como un mico.
Y todos moriran.
Y todos nacemos.
Y todo son inicios.
Y todo son finales.
Y qué
|