Lagrimas al Óleo

De cuando en cuando lloro lagrimas de acrílico, y esas son las que realmente duelen. Contigo amo llorar lágrimas al óleo, de pasión, de tardes en las que dices que amas posar y ser modelo de mis mas glamorosos lienzos.
Apareces en mi taller y las cerdas de mis pinceles se erizan de alegría, y el arte y la tarde toman un rumbo incontrolable.
Yo detrás de un bastidor, mientras tu desnuda, musa y diosa de mi inspiración, lanzas miradas de lascivia como saetas que acarician mis partes mas placenteras, y aun así hago el esfuerzo de continuar, al menos por una hora, mi labor. No dejare nunca perder la luz que posa sobre tus hombros, y refleja en tu rostro y cabellos, demostrando al mundo tu incontable belleza, y también sacude sombras a tus pechos para convertirlos en perversos objetos del deseo. Tus piernas, tan fuertes como para sostener tal colosal hermosura, juegan a hacer dinámicos garabatos, como crayones en las manos de algún niño, líneas sin sentido para el ignorante, pero curvas sabias para quien sabe interpretarlas. Tus dedos, suaves dígitos de seda, acarician tu cintura y rozan tu mejilla, estremeciendo cada centímetro de mi piel y aumentando mis ansias de placer, y tu, inamovible ante los signos del amor. Maligna, eso eres, perversa y maligna al tiempo del arte que con mis manos creo, pero tu también eres arte, benditas sean las manos que han dado forma a tu figura y tu pasión; indiferente eres posando para mi, y una verdadera artista en el arte del placer.
Y la tarde es caramelo cuando tus manos desnudan mi piel y un suspiro de placer que huye de tu boca, para posarse sobre la mía, destruye todas y cada una de mis estructuras hasta sentir el ruido de destrozados vidrios que caen sobre el suelo, y descubro que me abrazas y te aferras a mi como si fueras a perderme; ni lo pienses, estaré contigo, agarrado a ti si así lo prefieres, para toda la eternidad. Me liberas, como el amo concede la libertad a su esclavo, y me dejas buscar en los recovecos de tu cuerpo para jugar a las escondidas sin saber en realidad qué es lo que busco, y solo lo se cuando lo encuentro, cuando acaricias con fuerza y lentamente mi espalda, y tus piernas se entregan a esa brisa del cosmos que a veces nos relaja el cuerpo todo y preferiríamos ser dueños del espacio y vagar por su espesura. Un punto y seguido produce un ritmo mas fugaz, y me aferro a tu cintura, esa que acariciabas mientras posabas, para ver si es allí donde el secreto de la vida se esconde, y siempre pensare que si, por que te sujetas de mis brazos para no perderte y, el clamor de los siglos emana de tus labios con tal fuerza que también los míos se contagian y nos dejamos reposar, tranquilos y agitados uno sobre el otro en ininterpretables líneas, como crayones en las manos de algún niño, esas que te encanta crear con tus piernas, mientras intento, con inhumano esfuerzo, en mantenerme en mi labor, pues eres mi modelo y no mi amante, pues nunca lo serás, pues luego del amor descubro que nada de esto ha sucedido, que durante todo este tiempo solo he estado pintando, y tu allí, tan glamorosa y gloriosa, jugando con tus manos y mis fantasías, para descubrir que nunca será real.