¿Quién soy? ¿Alguien lo sabe? ¡No!, no creo que nadie sepa quien soy, y aún menos que siento. Lo sé, sé que estoy sólo, sé que me he auto cautivado. Intento respirar, ¡Claro!, eso es, necesito volver a vivir, pero eso cuesta mucho. Todo vuelve a darte miedo, vuelves a tener respeto incluso en los semáforos. ¿Quién no ha cruzado en rojo aún cuándo no pasa ningún coche?. Pero a medida que los días pasan, la cordura que había desaparecido vuelve y empiezas a sentirte fuerte. (Como cuando escuchas una canción que te anima psicológicamente y sabes con seguridad que te lo vas a comer todo). Pero a veces la mente nos pone pruebas, ¿pruebas? sí claro, por ejemplo yo le tenía pánico al dentista, bueno, al dentista no, sino de la jeringuilla de la anestesia y lo afronté, bueno me ayudó una pastilla de Valium y una tila, pero eso me ha ayudado a no tenerle miedo a las jeringuillas. Creo que deberíamos afrontar nuestros miedos con la cabeza bien alta y como si nuestra mente estuviera escuchando una de esas canciones que nos anima. Esta bastante bien eso de conseguir superar los miedos estúpidos que nuestra mente nos impone, pero lo que de verdad anhelamos es ese hermoso susurro del amor, el cosquilleo de las mariposas en el estómago, volver a volvernos estúpidos por alguien que nos corresponde o no, y esto es tan cierto como que el amor verdadero nos vuelve conscientes de nosotros y de los otro. El problema es cuando estás tan separado de la sociedad, hablar con la persona por el que tu corazón late es muy difícil,(no imposible) una pregunta para todos:
¿Qué es el amor?
Definir el amor es difícil, es tan difícil como describir el dolor que produce él mismo. Es como una contradicción. ¿Qué color tendrá?, será de un rojo intenso o de un azul dulce ¿quién sabe?. Pero cuidado con el amor, porque es algo precioso y doloroso a la vez (Veis es una contradicción). Al fin y al cabo todo en éste mundo es blanco y negro.
Aunque no tengas ganas de hablar con nadie y no estés anímicamente bien busca el apoyo de tus amigos y no te encierres en tu caparazón, lo que conseguirás es quedarte como yo y tener que volver a empezar de cero.
Por: Cristian Poveda Mora |