Devoro mis ansias por amarla,
se echan a perder por lo inútil de su existencia.
la siento en las uñas, rasguñando mi rostro en llanto.
El grito como estampido
resuena en lo áspero de la privación
cual pisadas en terreno poco firme,
este terreno que se evade presentando un vacío,
una espera interminable por algo que jamás, jamás volverá.
– 17/04/2006 – 23:55hs. –
Texto agregado el 19-04-2006, y leído por 132
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