Intentar cambiar los conceptos, los roles, para escapar del dolor, este dolor de tus ojos sin los míos.
Cambiar los ropajes, disfrazar los ánimos, envolver un amor con adornos de amistad.
Se repite tu figura en mi memoria, me atraganto con ella, tanto que un nudo bulímico se atora en mi pecho, un regalo exquisito envuelto en papel de lágrimas.
El tiempo se ha vuelto un vacío, el espacio una cascada detenida en el momento de un beso, el tuyo.
El agua, tus labios.
La roca, esta fría y dura canción que delata un aparente olvido.
Me desplazo lento, carente, rozando apenas el piso, sin sentido, deshojando los pétalos de mi corazón.
Las órbitas mías delatan las torturas de la ausencia, una falta con nombre y apellido.
– 23:23hs. – 17/04/06. –
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