La primera vez que abrí los ojos, la primera visión que tuve me gustó. A mi alrededor había un parque verde, florecido, brillaba el sol en lo alto. Podía verlo desde mi casa.
Ese día vino mucha gente a saludarme. Unos niños me miraban y sonreían. Pronto se marcharon a jugar.
Poco a poco la alegría en la gente hacia mí y todo lo demás cambió...
Mi ambiente fue volviéndose más gris. Quizá influyó la llegada de las primeras lluvias y el frío invierno.
La gente también cambió. Al principio, cuando llegué, me miraban y me sonreían al pasar por mi lado. Alguno se paraba a colocarse bien el pelo, alguna chica se paraba y se retocaba los labios.. hasta me daba un beso en agradecimiento. ahora en cambio, ni me miran al pasar por mi lado.
He visto muchas cosas desde aquí en el tiempo que llevo. La semana pasada, fuí testigo del robo del bolso de una señora, pero nadie se acordó de preguntarme. Yo hubiera gritado: ¡Se fue por allí!.
Pero nadie me preguntó.
He visto a muchos niños caer al suelo, algunos crecieron bajo mi reflejo, me dolían esos rasguños en sus rodillas. Todos los días era testigo mudo de su cicatrización.
¡Ay...! ahora los tiempos han cambiado. Los niños de ahora no son como los de entonces. Los hijos de esos niños vienen a mí pero no sienten respeto por mi vejez ni por el parque...
Ayer, me escupieron. No puedo expresar lo que sentí al no poder apartarme. Vi como su saliva salía por su boca y se dirigía hacia mí pero no pude hacer nada. Estaba inmóvil, me sentí tan impotente...
Ya no recibo caricias, nunca me limpian, apenas veo con claridad, mis ojos han perdido capacidad visual. Ya nadie se acuerda de limpiarme, ni de darme cuidados. Tengo marcas y tatuajes por mi cuerpo. Era la nueva diversión de los jóvenes, cómo me dolían esos rasguños que me hacían...
Como viene siendo habitual, es la hora en que los niños salen del colegio y vienen a jugar al parque. Unos niños se acercan gritando, interrumpiendo mis recuerdos. Con fuerza he visto venir el balón hacia mí. Pero de nuevo me quedé inmóvil y no me pude apartar. Sé que tendría que salir corriendo y evitar su impacto en mi cara pero no puedo...
El "crash" me partió el corazón y salté en mil pedazos. |