Arde en la boca mi corazón ardiente en mi mente te reflejas en la puerta de mi cuarto no entras, te detienes, miras a mi lecho pasando de largo Mis ojos se detienen en tu imagen Imagen que deseo se fije en mi retina. Deseo tocarla y no puedo. Se diluye. No estás. Ni siquiera has venido. Te llamo. Nombro en el silencio tu nombre. Repito tu nombre, una y otra vez. Pero no me oyes No respondes a mis etéreas llamadas. No me oyes.
Texto agregado el 18-04-2006, y leído por 128 visitantes. (2 votos)