En menos de dos manzanas de mi viejo barrio, se puede apreciar de todo. El barrio se llama la soledad y aunque aparentemente, es solitario, como su nombre lo indica, los que llevamos viviendo más de veinte años, ya no lo conocemos de pe a pa, aunque solo sea dos cuadras de mi querida barriada.
Sin pretensiones de discriminar a nadie, por lo que estoy narrando, los primeros vecinos que describiré son los más pobres del vecindario. Don jorge, el ya maduro, cartero de los correos de mí país, es el que nos despierta a todos los de las cuadras, pués los domingos le da por colocar música salsa, de viejoteca, vallenatos y música de despecho; eso es pasable, pues al lado de mí casa, colocaron una iglesia evangélica en donde, los lunes, los miércoles, los sábados y los domingos se cantan alabanzas al señor, siempre acompañadas de un maldito baterista que sabe más de martillar, que de llevar el ritmo. Los domingos, los cristianos bailan y comienzan el lunch de las doce: todos comen empanadas y refrigerios, con sus pintas impecables, aunque el único que no se deja ver, es el baterista. Tal vez, presienta, que le tengo unas ganas de conocerlo para, purita verdad, mentarle la madre. Hacen tanto escándalo que me toca a mí, colocar a todo volumén uno de los c ds más estruendosos que he conseguido: canta,no, pega alaridos yoko ono como por treinta minutos; para continuar, les colocó lo mejor de janis joplin, que es otra escándalosa, de la generación beat nick de los sesentas. Lo alarmante, es que si contamos la música de viejoteca del cartero jorge, los tambores y las alambazas de los evangélicos y yoko y janis, pueden concluir los lectores, que los días, en mi barrio, son estrepitosos y escándalosos.Eso es así, sin contar los viejitos que viven al fondo, al lado de atrás de mi casa: viven en un ancianato, y los jueves y los sabádos, los familiares les hacen visita, visita que se convierte rápidamente en fiestas y jolglorios, que duran hasta la madrugada. muchos de esos viejitos, los han dejado allí, pues estorban, palabras textuales, a los familiares, pues estos tienen muchos problemas con sus familias y el hacerse cargo de un viejito, es un peso más. Además, los familiares, estan pagando, ellos mismos, el costo de mantener a los cuchitos en ese ancianato, lo cuál los hace rezar y pecar, pues no se dan cuenta de su locura, aunque empaten, rezando y pecando a la vez. al otro lado de mi casa, vive la familia más normal que existe; sin embargo, según un gran amigo que estudia psicología, la normalidad de una casa es la anormalidad. lo que quiere decir, que estos vecinos son anormales, pues aunque hay dos chicos viviendo en ella, nunca se escucha una grosería, un escándalo o un estereo a todo volumén. Al lado de atrás de mi casa, también existen dos lugares bien diferentes: una casa donde viven las prostitutas que trabajan a domicilio, únicamente y que sirven como acompañantes. El administrador de ese lupanar, es gay y ya entrado en años. Al lado, de esea casa de prostis, compraron, los curas, de una ordén religiosa católica, una inmensa casa, que tienen como vivienda los seminaristas, entre los cuáles, uno de ellos, es amigo mío. Por ese último lado, vive un tal christian, hombre maduro en años, que se inyecta morfina , que es pedofilico y que se está muriendo de una neumonía que le dió, hace poco. En la esquina de la cuadra donde yo vivo, hay una tienda, que la atiende una mona muy querida. Lástima que esté casada y como que se quieren, pues son personas jovenes y llenas de vida. Al frente de mí casa, viven dos solterones, que son asociales. tampoco se escucha nada de dicha casa y solo viven dos viejitos amargados, donde podrían vivir una familia numerosa. Al lado de esta casa, colocaron un consultorio odontólico, que, aunque no molestan muchos sus paseantes, desde las seis de la mañana, comienzan a llegar, los odontologos con sus carros y con sus pitos despiertan a todos los habitantes de mi pobre barrio.
Por último está un edificio, que tampoco hacen, los que viven allí mucha bulla, exceptuando en navidad, que es el mes donde se destapan y no dejan dormir nada.
La soledad, así se llama mi barrio y si ustedes lo ven, en un día cualquiera,un momentico, dirían, ese barrio si lleva su propio nombre puesto, muy bien colocada..., las apariencias egañan y de que manera... |