¿Sabes a qué llamo, amor, mis horas perdidas?... A las horas que perdí cuando junto a ti no te miré; a las horas que perdí cuando cerca de ti no te besé; a las horas que perdí cuando junto a ti no te abracé; a las horas que perdí cuando cerca de ti no te amé. ¿Sabes a qué llamo ahora mi tristeza?... A las horas, las muchas horas, que por pensar que siempre te tendría, se perdieron sin que llegaras a ser del todo mía. Bogotá, Abril 16 de 1.981
Texto agregado el 11-12-2003, y leído por 202 visitantes. (3 votos)