Quizá no vuelva a:

Bajar escaleras
Atarme las agujetas
Cerrar la ventana
Brincar la cuerda
Lavar solo los vasos
Caminar sin pisar las “rayas”
Subir a un árbol
Correr de espaldas
Llegar al chiclo-centro
Poner un clip
Sacar una grapa
Bostezar con la boca cerrada
Gatear a oscuras
Correr la cortina
Meter un gol
Besar una rana
Cantar bajo el agua
Limpiar azulejos
Mirar por los binoculares
Tender la ropa
Tocar el timbre
Llamar al perro
Sacar punta
Servir agua
Bajar un cierre
Romper un espejo

Pero todavía puedo escribir un poema: