Una doble conciencia habita en mi mente, una lucha entre un ángel y un demonio enloquece mis sentidos, el equilibrio perdura ante el peligro de la victoria menos esperada.
La balanza sucumbe poco a poco hacia el lado menos apropiado.
Que puedo hacer si son mis miedos el lastre que me empuja hacia el averno de los rencores.
Poder abrir los ojos es lo que espero.
Poder disfrutar de la realidad que me alza hasta el brillo de la estabilidad, dejar atrás la traba que me impide disfrutar, que me libere del sufrimiento tan absurdo en el que me sumerjo yo solo.
Abrir el camino ante todo, con la premisa de ser feliz y hacer felices a todas las personas que me rodean y sobre todo a ti.
Escribiendo mis pensamientos los ato, los amordazo y los dejo pegados en estas líneas, en el olvido de mi memoria y en recaudo de esta pagina para poder recordarlos y saber que ya no existen dentro de mí. Los pesares como lastres de un globo quedan descolgados para permitirme volar aun más alto y así llegar hasta donde yo quiero, lejos de balanzas, lejos de temores y pensamientos que nublen mi conciencia y que no me permiten ver más allá de mi débil parecer.
Escribiendo esto busco a lo más amado que sin ninguna duda es disfrutar de tu presencia incondicional por el resto del todo.
Despertar sin que el mundo de los sueños turbe el mundo de la conciencia despierta en el cual te hallo día tras día.
Abrir mis ojos y con ellos mis brazos, envolverte y desaparecer en un mundo mágico y lleno de colores vivos e intensos, que los minutos se conviertan en horas y las horas se hagan infinitas.
Sentirte tan cerca que en vez de ser dos, seamos para siempre uno.