Respiro, es verdad, pero no puedo verme,
me llena el vacío de respirarte y no poder tenerte,
camino con mi brazo vacío, con mi sombra solitaria,
con mis ganas de alcanzarte y mi empeño de mañana.
Me quedan las ganas inconclusas, y en mi interior
me llena el vacío de no estar contigo, de no saber
cómo hacer por alcanzarte, cómo tenerte entre mis
brazos cautiva, completa y solamente mía.
Miro desde unos mismos ojos, y este viaje que se acerca
me sirve sólo a mí, levanto muros para no mirarte,
cuando tenga que partir, lejos de tu cielo y de mi tierra,
es un proceso natural, como cambiar de piel o alimentarse,
y mientras más me acerco más temo el alejarme,
porque (aunque absurdo lo parezca) a tu lado soy feliz.
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