Te creo. Sí, te creo, lo prometo,
Pero, ¿No es cierto, verdad?
¿Para qué fugaz?
¿Por qué no simple y real?
¿Para qué mentir?
¿Por qué mejor no hablar?
Justo llega el momento que no deseamos,
Precisamente ése que caga todo.
Él llega, se sueltan los elásticos y
La verdad se baja los pantalones ante el engaño.
Es la nueva generación.
Aquella, ésta, ésa, de la mierda abundante.
Llega en el buque de la apariencia,
En su apoteósico cuento,
En su estado viciado,
Llega…
Mentira la llaman,
La droga de la generación de mierda
Barata e impersonal.
La compras y nadie te cacha…
Es una prostituta
Se ofrece a todos
A cada rato.
Nos infecta, te infectó.
Las moscas la abundan y se abanderan con ella,
En los cerebros y en las cortinas
En la sangre y en la culpa,
En el hombre y el olvido.
Ahí esta siempre, tan puta.
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