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Inicio / Cuenteros Locales / escritor_de_memorias / Historia de una vida (fragmento 6)

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Recuerdo que no pude dormir en toda la noche. Cada vez que cerraba los ojos un mar de pensamientos inundaba mi mente. Aunque intentaba pensar en otra cosa no conseguía alejar el recuerdo de lo ocurrido horas atrás. Pietro no solo era mi amigo; yo lo consideraba como mi hermano mayor y a pesar de eso no pude evitar sentir ira hacía él. En ese momento no me daba cuenta de lo egoísta que estaba siendo, solo pensaba en mi y no me detuve para pensar en los sentimientos de mi amigo y de Luzy.

Esa noche vinieron a mi mente imágenes de diversos acontecimientos. El día que el imperio atacó mi pueblo; ese día me separe de mis padres y me convertí en esclavo, los terribles días en los que me vi forzado a robar para sobrevivir, mi encuentro con Leo el comerciante... en fin, esa noche sirvió para ordenar mis recuerdos.

Las horas pasaron y cuando me di cuenta ya estaba amaneciendo, así que me levante de la cama. Aun llevaba puesta la ropa con la que había llegado el día anterior; a excepción del jubón, del cual me despojé antes de la celebración. Reemplacé mis botas por unas sandalias dejadas en la habitación por ordenes del jefe para mi uso durante el tiempo que permaneciera en Oasis.

Lo primero que hice fue acercarme a la ventana, la vista era hermosa. Podía ver desde ahí el amanecer; en el horizonte se encontraba Montes Alba; resplandeciente, bañado por la luz del sol. Era un espectáculo sobrecogedor. Después de unos minutos, el sol, perfectamente visible, parecía estar pasado sobre las montañas. Esa preciosa visión siempre me reconfortaba en mis momentos de tristeza.

Mientras observaba tan hermoso espectáculo, recordé la primera vez que lo vi. Pero en aquella ocasión no lo contemple solo. El viejo Leo, Pietro, Pame y Luzy estuvieron a mi lado admirando el amanecer. Tras un momento de melancolía recobré mis ánimos y prometí hacer frente a todos los retos que el destino pusiera en mi camino.

Di unas vueltas en la habitación. Era la misma en la que el viejo Leo y yo acostumbramos permanecer durante nuestras estadías en la ciudad del desierto y de hecho en alguna ocasión escuché al jefe de la tribu decir que Leo vivió en esa casa durante mucho tiempo y que esa había sido su habitación. Debo mencionar que esa casa pertenecía al viejo jefe, aunque en realidad era muy antigua y al parecer fue construida por los antepasados de Pietro generaciones atrás.

De repente mis cavilaciones fueron interrumpidas por unos golpes en la puerta; reconocí de inmediato el sonido y la forma de golpear. Abrí la puerta y como suponía, Pietro estaba del otro lado. Lo invité a pasar, era el momento de enfrentarlo.

-Que bueno que estas aquí, es necesario que hablemos de algo importante –dije mirándolo con seriedad.

-Lo se, amigo. Por desgracia en este momento mis deberes como nuevo jefe de la tribu me obligan a viajar. Es por eso que estoy aquí, quiero pedirte que esperes a mi regreso para que hablemos y entonces aclararemos todo.

-Pues si ese es el caso no podemos hacer nada al respecto, nuestra conversación tendrá que esperar –respondí con tranquilidad.

Pietro sonrió complacido y dijo:

-Pues entonces, serás el invitado de honor en esta casa, pide lo que quieras al abuelo y el sabrá complacerte como es debido.
Después de ese breve encuentro, Pietro se fue de Oasis al frente de una caravana que se dirigía a Maharha, un pueblo a orillas del río Dohkos en el que también habitaban espíritus de la tribu tierra. Según dijo el abuelo, Pietro regresaría en seis días, así que ese era el tiempo que tardaría en resolver mis dudas. Aunque, por otro lado, podía hablar con Luzy y escuchar lo que ella dijera, para saber cuales eran sus motivos para comprometerse con nuestro amigo, pero la verdad es que tenía miedo de lo que Luzy pudiera responder, ya que yo guardaba la esperanza de que su compromiso con Pietro se debiera más a un arreglo familiar que a una decisión tomada por ellos. De ser así tendría la oportunidad de ganarme el corazón de mi amada y entonces juntos romperíamos ese compromiso. Pero si la respuesta de Luzy resultaba ser la que yo tanto temía, es decir, si Luzy estaba enamorada de Pietro, entonces nada podría hacer al respecto.

Texto agregado el 16-04-2006, y leído por 126 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
19-06-2006 ¿Aguantará las ansias de estar junto a Luz, u olvidará sus lazos de amistad y el compromiso de resguardar la unión de sus amigos? ¿O se decidirá a refugiarse en Pame? Espero que pronto cuelgues la continuación de esta entretenida historia. Un abrazo Ikalinen
 
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