La playa es el lugar de relajamiento y lujo para mi. No sé por qué, pero desde el primer momento que vi esta inmensidad de agua, a playa quedo impresa en mi mente para siempre.
Aparte del hecho que vengo de una ciudad donde la majestuosidad de las montanas, en el corazon de Los Andes, te impone, te exige observar siempre esa blancura, ese manto inmaculado sobre las monatnas, mi amor por el mar y su voluptuosidad me envolvieron desde el primer dia. El agua da paz y tranquilidd a mi alma, a mi espiritu. Es un santuario especial. Este santuario tiene un rumor salubre y un olor aspero que penetra en los pulmones y te hace reaccionar, te hace despertar o adormecerte en ese mumullo especial. Al mismo tiempo el mar me produce miedo, especialmente cuando veo las majestuosas olas venir desafiantes hacia la playa trayendo quien sabe que secretos desde el profundo del mar.