caen las hojas
como lluvia fina
caen secas y quebradizas

y el crujido al pisotearlas
produce un acorde marcado,
firme y constante
como latido despiadado
del marcapaso sosegado

el
se presenta mayestático
e impregna frigidez
al alma huerfana
timida y carente de caricias

acorralada al destierro
y desamparo
cequaz de aquel tormento
premeditado,
irradia destellos
desde las entrañas,
emite complacencia
hasta el par de luceros

simetria en el desequilibrio
amor en el abandono
angustia en el consuelo
preservando la armonia
y suspendida en el descenso

caída sutil,
turbulencias ligeras
durante el vuelo celestial...

al paraiso...de los sueños