No todo lo que brilla es oro. lo comprendí el día aquel, que unas amigas de mi mamá, pasaban por cerca de mi casa. Las dos viejitas, venían hablando de mí y del señor del frente, haciendo un simil, una comparación: Las viejitas decían, pobre la señora Dorita. Ese hijo gordo y escandaloso, es muy vulgar, muy grosero y a toda hora, con sus feas palabras. En cambio, ese señor del frente, que tipo tan bien educado y señor. Si, pues vea que como es la vida,unos educados y otros bien groseros. No habian terminado de hablar, cuando se escucharon groserias desde el cuarto piso de mi vecino de al frente: Esta vieja hijuetuta, malnacida,etc,.., groserias dirigidas a su señora, que no pudo decir ni pío. Las viejitas, amigas de mi mamá, no pudieron ocultar su pena, pues no todo lo que brilla es oro...