MUCHOS REGALOS PARA TI
Anoche,
estuviste reinando en mi pensamiento
descubrí que mi amor por ti perseveraría
venciendo barreras,
venciendo el tiempo,
venciendo el espacio,
y venciendo las limitaciones humanas.
Era muy tarde en la calle,
pero temprano en mi alma,
cuando decidí salir
a comprarte un regalo.
Y el poder de mi afecto fue tanto,
que la magia me llevó
al almacén más grande,
con sus puertas abiertas
hasta la media noche
y con cordial atención.
Y no fue uno
sino muchos los regalos
que escogí para ti.
Compré
lo más útil en tu vida:
suaves destellos de sol,
fértiles hilos de lluvia,
frescos soplidos de viento,
sensuales gotas de rocío...
y cinco gramos de lágrimas...
sólo para que puedas
liberar tus emociones.
Compré
un bulto grande de razón
para que la mezcles
con otros sentimientos
y pasiones contenidas y desbocadas,
de manera que jamás cometas errores.
Compré
sinceridad reciclable
para que puedas usarla
continuamente
y siempre seas capaz
de mirarme a los ojos.
Descubrí algo empolvadas
muchas cajitas
de comprensión,
como el vendedor dijo
que era poco vendida,
por la irrisoria demanda
y escaso interés,
era la oferta del momento,
entonces decidí comprártela toda.
Compré
romanticismo
para que nunca pierdas
la ilusión de amar,
y gentileza
para que las uses
con cada ser
que se cruce en tu camino.
Me quedé observando
un cajón muy brillante
que casi encandiló mis ojos,
era de sofisticado orgullo,
pero no te lo compré,
porque pienso que no te sería útil;
pero sí te compré
humildad,
amabilidad,
respeto
y tolerancia.
Compré
abrumadoras cajas
de amor y de paz,
así como de esperanza,
para que las uses
cuando todo parezca perdido.
¿Sabes?... en el almacén
vi algo muy triste...
habían muchas personas comprando
soledad...
tal era la venta de este producto,
que se agotó.
Pero yo, en vez de eso,
te compré
dos delicadas bolsas
de fidelidad
y gratitud.
Finalmente,
te compré (lo más exclusivo)
un gran corazón,
para que puedas guardar
todos estos regalos,
que ahora te mando
con la envoltura de mi cariño,
deseando que por siempre tus días
sean maravillosos
y que luzcas en tu rostro,
este exquisito juego
de sonrisas,
que también te compré.
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