Capitulo 6
Todo está perdido, es inútil combatir contra fuerzas tan superiores. Los pocos sobrevivientes nos hemos refugiado en Michcan, una pequeña ciudad donde guardamos nuestras provisiones. Al principio la batalla estaba equilibrada, mi infantería sostuvo un violento combate cuerpo a cuerpo con las bestias, espadas y lanzas contra garras y colmillos, además mis arqueros lanzaban una constante lluvia de flechas que mermaba a nuestros enemigos. Combinado lo anterior con las audaces tácticas de la caballería dirigida por kassotl logramos rodear a las bestias; nuestra estrategia estaba funcionando a la perfección. Por otro lado, los sacerdotes demostraron ser superiores a los brujos, como ya lo esperaba, al ver el poder antiguo de los sacerdotes, esos traidores se vieron forzados a mantenerse al margen de la batalla demostrando lo cobardes que son. También nuestros aliados los elfos realizaban su parte importante en la batalla, es decir, mantener ocupados a los dragones. Mi plan se basaba en destruir a las bestias, lo cual amedrentaría a lo brujos haciéndolos huir y entonces concentraríamos nuestros esfuerzos en vencer a los dragones. Por desgracia cuando estábamos apunto de alcanzar el éxito aparecieron ellos, los Dragones negros, y la batalla dio un terrible giro.
Todos los elfos están muertos, a pesar de su valentía y habilidad no fueron capaces de contener a los dragones negros, esos monstruos son invencibles, se abrieron paso entre nuestro ejército causando el caos, y al estar tan confundidos y asustados mis guerreros no pudieron contener la embestida de las bestias. Fue terrible; los lobos devoraron a cientos de hombres, los osos destrozaron los cuerpos de cualquiera que estorbase su paso, los tigres y leopardos cazaron a mis guerreros como si fueran simples presas, en realidad todo parecía una pesadilla. Incluso la mayoría de los sacerdotes sucumbieron ante el demoníaco poder de los dragones negros. Al ver esta situación no pude hacer otra cosa, más que ordenar la retirada.
Fue un milagro que lográramos llegar hasta Michcan aunque no creo que vivamos para ver otro amanecer, ya que las legiones del mal vienen por nosotros, en este momento están fuera de la ciudad preparando su ultimo ataque. El fin se acerca pero… tal vez el destino esta de nuestro lado. Veo a un hombre que me resulta desconocido, esta parado frente al ejército maligno y les esta cerrando el paso, acaso ese es el guerrero fantasma Fah-Theran.
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