Amarga y rígida monotonía,
Me quitas el sabor de cada día.
Las cosas cambian uniformemente,
es un ciclo estricto e insolente.
Me parece haber visto todo lo que ya vi, antes,
Vivir lo mismo todas las tardes,
Sentir el mismo cemento ardiente,
Repetir las mismas imágenes en mi miente.
Qué triste es sentir este vacío,
Ver reiterar todos los días en un sentido,
Caravanas unidireccionales,
Rozar a pasar sus apagados corazones.
Ellos dicen trabajar para vivir,
Pero es sus corazones pesa el miedo a morir,
Nunca haber comenzado a reír,
Jamás dejar de calcular para sólo sentir.
Cierra tus ojos sólo unos segundos,
Escúchate y escucha a tu mundo,
Algo dice tu piel marchita y cansada,
No te domes por la rutina diaria.
Ellos se cubrieron de aburrimiento,
El ocio no caía en sus agendas sin tiempo,
Tornaron sus vidas relojes tercos,
Nunca entendieron que un segundo no es eterno. |