Suave como una ola de recuerdos que desteje el tiempo aún tiemblas en mis manos, con la mirada perdida en la niñez desde la cuna y el tiempo retratado dentro de tu mente. Aunque hoy te has ido un silencio inmortal ronda mis pasos junto al aire que destella tus cuidados y la luna como una inmensa mecedora aguarda tu silueta para perpetuarte al lado de mi vida. Mientras tanto tus labios de cristal entonan el sonido de los astros bañando mi sonrisa que se esfuma contigo al universo.
Te aplacas, lo siento, te miro, me insinúas, tus ojos se pierden en la bruma, te veo partir, tomo tus manos, tiemblas, me sonríes, te lloro, deambulas en la oscuridad, tu silueta se transforma, te despides, no quiero soltarte, alivianas el rictus, mis manos dejan que te vayas, fluyes, te despido, me besas, esbozas un saludo imaginario, suelto mis lágrimas, te fugas, pierdo tus facciones, te diluyes en el tiempo, me acobardo, estás en paz.
Ana Cecilia.
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