Capitulo 3

Yo era apenas un niño cuando mi padre encabezo la rebelión en contra de Fah-Solahm, pero he escuchado tantas veces esa historia que a veces me parece que estuve ahí.

Todo comenzó con el nacimiento de la hija del rey. Los sacerdotes predijeron que la niña moriría si no se hacía un sacrificio en honor a Fah-Theran, el dios de la guerra (en estos momentos al escribir estas líneas no puedo evitar estremecerme debido a la coincidencia entre los nombres del antiguo dios y del guerrero fantasma); Fah-solahm tomo la peor decisión de todas, ordenó sacrificar a todos los niños recién nacidos del reino, ya que según él solo todas esas vidas podrían sustituir a la de su hija. Por supuesto, que nadie en el reino accedió, ya habían tolerado muchos abusos pero un crimen tan espantoso no sería permitido y fue así como mi padre y sus amigos comenzaron la resistencia, en un principio solo evitaban que los soldados del rey asesinaron a los niños, pero al ver que el rey no paraba en su loco propósito, los hombres del reino dejaron de defenderse y comenzaron a atacar. Pasaron 5 años de luchas internas pero al final mi padre tomo la capital y dio muerte al rey y a toda su familia en el gran palacio. Después de eso mi padre se convirtió en dirigente del pueblo y durante el resto de su vida se dedicó ha reconstruir el reino. Cuando murió yo tome su lugar y ante la insistencia de los nobles accedí a ocupar el trono del reino, algo que mi padre nunca aceptó.

En ese momento pensé que era lo mejor pero ahora no estoy seguro, aunque no importa lo que piense, el hecho es que yo Darkos soy el gobernante del último reino libre del mundo y debo defenderlo sin importar el costo.