Extrañé las cosas que me significas,
tus piernas en mi cuerpo repostadas,
tus dedos en mi boca adormecida,
de tanto besar tu boca amada.
Recordé el venirte pensando,
y tu cuerpo a mi lado plenilunio,
tu cabello negro alborotado,
escapando del viento en un murmullo.
Añoré tus brazos y tu frente,
tus ojitos cerrados impacientes,
tu pecho que se parece al mío,
latiendo a un mismo tono aún silente.
Evoqué, tu sonrisa y tu gesto más sentido,
tu forma delicada de dormir en mi latido,
tocando cada nota con un sueño,
que no quiso volar por compartido.
Te recordé, extrañé tus pasos en mi alcoba,
el color del perfume que te invade y me emociona,
la seda y el calor que me persigue en ausencia tuya,
y por ello te escribí, porque ame a cada sombra burlona,
que se parezca a tí y esta noche se viene a acurrucar junto a la luna. |