Perfección o magia, que difícil elección ¿no lo crees?
Qué haces si dentro de tu vida todo funciona perfectamente y si lo que esta fuera de ella sencillamente se moldea a tu caminar? Pues nada, quien quiere salir de un estado perfecto? No sé quien, por lo menos yo no quería, hasta que llegaste tú y con un par de buenos argumentos en solo unos segundos hiciste que tambalearan todos los pilares que cimentaban esa miserable perfección.
Ahora todo lo que sostiene mi vida está moviéndose, todo va de un lado para el otro, todo, irremediablemente todo, gira contigo.
Y es ahora, cuento no estás conmigo, que trato de enderezar estos cimientos (mentira) para volver a tolerar mi vida sin ti y retomar la senda de la perfección; pero que difícil es decirle a estos barrotes, sin mostrar mi aflicción, que se enderecen, como hacerle entender a mi tiempo que no puede seguir tras de ti, como revertir la magia con que doblaste estos pilares y convertir toda tu creación (verdad) en la perfección que me ataba antes a la linealidad de existir sin ti
Es en este momento, después de tenerte en mi vida, es cuando no quiero regresar a la perfección, teniendo la esperanza de vivir de nuevo dentro de la magia que le agregaste a mi vida.