CICLOS DE LA VIDA II

Cuenta mi amiga Rosa Maria Bañados que "en el siglo pasado, un turista americano fue a la Ciudad Santa, con la finalidad de visitar a un famoso sabio. El turista se sorprendió al ver que tal personalidad vivía en un cuartito muy simple y lleno de libros. Las únicas piezas de mobiliario eran una cama, una mesa y un banco.

-¿Dónde están sus muebles? Preguntó el turista.
El sabio, rápidamente, también preguntó:

-¿Dónde están los suyos?

-¿Los míos? Se sorprendió el turista. ¡Pero si yo estoy aquí solamente de paso!

-Yo también. Concluyó el sabio. La vida en la tierra es solamente temporal. Sin embargo, algunos viven como si fueran a quedarse aquí eternamente y se olvidan de ser felices. El valor de las cosas no está en el tiempo que duran, sino en la intensidad con que suceden, y no en como suceden. Gracias a Dios que suceden no importando el orden. Por eso existen momentos inolvidables, cosas inexplicables y personas incomparables".

Tratemos de comprender la vida aunque envejezcamos, porque vivir así nos hace felices. No seamos como mi amigo que anhelaba y quería cambiar los ciclos de la vida, porque eso, nunca será posible.

Aprovechemos toda oportunidad que se nos presente para vivir en plenitud y que al partir de esta experiencia temporal que es la vida, nos vayamos satisfechos de haberla vivido plenamente tal como el Arquitecto del Universo la diseñó.

Orgi