CICLOS DE LA VIDA
Me encontré con un amigo a quien hacía muchos años no veía. Le salude de la siguiente manera:
-Me da gusto verte, hace tanto tiempo que no me encontraba contigo. Y me respondió:
-¡Si! Hace mucho tiempo no nos veíamos la cara. Y tú ¿Qué has hecho?
-Bueno, me he envejecido un poco, ya tengo más años encima -me contestó algo molesto- eso es lo que me parece injusto de la vida; adquirimos conocimientos y cuando ya casi somos expertos en el vivir, nos toca morir. Todo el transcurso de la vida debería ser al contrario. Lo más injusto de esta es la forma en que termina. Y es muy dura, hay que dedicarle mucho tiempo y al final ¿Qué es lo que te llevas?... La muerte. ¿Qué clase de premio es ese?. Y prosiguió argumentando:
-Creo que el ciclo de la vida está al revés, como dice Quino:
"Uno debería morir primero, para quitarse ya ese problema. Luego, vivir en un asilo de ancianos hasta que te larguen cuando ya no seas tan viejo.
Entonces, empiezas a trabajar y se trabaja durante treinta o cuarenta años hasta que seas lo suficientemente joven para disfrutar de tu jubilación.
Fiestas, fiestas negras, parrandeadas, drogas, alcohol, salís con hombres o mujeres (según el caso), que sé yo...., hasta que estás listo para entrar en la secundaria.
Después pasas a la primaria, eres un niño que se pasa la vida jugando sin responsabilidades de ningún tipo.
Luego llegas a ser un bebé y vas de nuevo al vientre materno, y te pasas los últimos nueve meses de tu vida flotando en líquido amniótico hasta que tu vida se apaga en un tremendo orgasmo..."
Noté en su rostro un signo de nostalgia y tristeza. Siguió hablando y en un tono de rabia retomó la palabra:
-Por medio esta conversación contigo quisiera presentar mi renuncia irrevocable a ser adulto y quisiera que todo se tornara diferente. Tomar la responsabilidad de tener seis años nuevamente.
Quiero ir a McDonald's y pensar que es un restaurante cinco estrellas.
Quiero hacer y poner a navegar barquitos de papel en un estanque y hacer anillos tirando piedras al agua.
Quiero pensar en que los dulces son mejores que el dinero y cualquier otra cosa porque se pueden comer.
Quiero salir cómodamente de mi casa sin preocuparme como vivir lo que viene o como luce mi cabello.
Quiero tener un receso y pintar con acuarelas.
Quiero tener alguien que me arregle y me planche la ropa.
Quiero regresar a mi casa a una comida casera y que alguien corte mi carne.
Quiero tomar largos baños y dormir diez horas todas las noches.
Quiero abrazar a mis padres todos los días y enjugar mis lágrimas en sus hombros.
Quiero regresar a los tiempos donde la vida era simple. Cuando todo lo que sabía eran colores, tablas de sumar y cuentos de hadas y eso no me molestaba, porque no sabía que no sabía y no me preocupaba por no saber. Con todo lo que sabía era feliz, porque no sabía las cosas que preocupan y molestan.
Quiero pensar que el mundo es justo. Que todas las personas son honestas y buenas. Quiero pensar que todo es posible.
En algún lugar de mi juventud maduré, y aprendí demasiado. Aprendí de armas nucleares, guerras, prejuicio, hambre y de niños abusados. Aprendí sobre mentiras, matrimonios infelices, del sufrimiento, enfermedad, dolor y la muerte. Aprendí de un mundo en el que saben como matar y lo hacen... ¿Qué pasó con el tiempo en que pensaba que todo el mundo viviría para siempre, porque no entendía el concepto de la muerte, excepto cuando perdí a mi mascota?...
Quiero volver al tiempo cuando pensaba que lo peor que pasaba era que alguien me quitara mi pelota de jugar o me escogiera de último para ser su compañero de equipo.
Quiero volver al tiempo cuando no necesitaba gafas para leer.
Quiero alejarme de las complejidades de la vida y emocionarme nuevamente con las pequeñas cosas una vez más.
Quiero regresar a los días en que la música era limpia y sana.
Quiero volver a ser inocente y pensar que todo el mundo es feliz porque yo lo soy. Caminar de nuevo en la playa pensando solo, con la arena entre los dedos de mis pies, sin preocuparme por la erosión y la contaminación. Pasar mis tardes subiendo árboles y montando en mi bicicleta hasta llegar al parque, sin la preocupación de que me secuestren. No preocuparme por el tiempo, las deudas o de donde voy a sacar dinero para arreglar el auto. Solo pensar en lo que llegaré a ser cuando sea grande, sin la preocupación de lograrlo o no. Querer vivir de una manera simple nuevamente. No querer que mis días sean de computadoras que se estropean.
Quiero olvidar la montaña de papeles en mi escritorio, de noticias deprimentes, ni de como sobrevivir unos días más al mes cuando ya no queda dinero en la cuenta. No quiero que mis días sean de facturas de médicos o medicinas. No quiero que mis días sean de chismes, enfermedades y pérdida de seres queridos.
Quiero creer en el poder de la sonrisa, del abrazo, del apretón de manos, de la palabra dulce, de la verdad, de la justicia, de la paz, los sueños, de la imaginación.
Quiero creer en la raza humana y volver a dibujar muñecos, o muñecas en la arena.
¡Quiero volver a mis seis años! ¿Quién me los robó? Deseo con todas mis fuerzas que cada uno de nosotros pueda vivir un poco de ese niño que llevamos dentro, y que no nos dejemos arrastrar por la sociedad que nos rodea. Si todos pensáramos y actuáramos un poquito como niños muchas cosas en el mundo podrían ser diferentes.
Al escucharlo hablar con esa vehemencia, yo también sentí nostalgia de mis años tiernos, pero como eso era imposible; recordé la sentencia bíblica que dice:
Acuérdate de tu Creador
en los días de tu juventud,
antes que vengan los días malos,
y lleguen los años de los cuales digas:
No tengo en ellos contentamiento;
antes que se oscurezca el sol,
y la luz, y la luna y las estrellas,
y vuelvan las nubes tras la lluvia;
cuando temblarán los guardas de la casa,
y se encorvarán los hombres fuertes,
y cesarán las muelas porque han disminuido,
y se oscurecerán los que miran por las ventanas;
y las puertas de afuera se cerrarán,
por lo bajo del ruido de la muela;
cuando se levantará a la voz del ave,
y todas las hijas del canto serán abatidas;
cuando también temerán de lo que es alto,
y habrá terrores en el camino;
y florecerá el almendro,
y la langosta será una carga,
y se perderá el apetito;
porque el hombre va a su morada eterna,
y los endechadores andarán alrededor
por las calles;
antes que la cadena de plata se quiebre,
y se rompa el cuenco de oro,
y el cántaro se quiebre junto a la fuente,
y la rueda sea rota sobre el pozo;
y el polvo vuelva a la tierra,
como era,
y el espíritu vuelva a Dios que lo dio.
Eclesiástes 12:1-7.
Orgi
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