Ante la impiadosa pregunta
¿qué querés conmigo?
se abren abanicos de palabras consumidas
y tendría que ser tan simple
responder con el abrazo
con la señal en el beso
con las bocas de los ojos

Tendría que ser tan simple
y sin embargo
el horizonte se expande en el deseo
una multitud expectante me señala
y las palabras afloran
esperando unirse
expandirse
convertirse
en portátiles respuestas

Quiero el vértigo en la noche
de los mares empapados
lo que queda en el aire
entre dos pupilas
tu mundo sin tus mapas
el corazón sin el muro

Parece pretencioso
y sin embargo
el aire quedó suspendido en el abrazo
y ahora quiero
la casa con el árbol
el instante del día
el futuro en la apuesta

Parece pretencioso
pero presencié
el nacimiento en la muerte
y no me queda otra opción
que seguir queriendo
el antes y el después
de vos

Esto es por si acaso
aunque no en definitiva
una forma ordinaria
aunque bien podría ser
extraordinaria
de naufragar en mis desacostumbres
y elegir este gesto
para exigir lo que quiero

y ahora con excusas
para pretender mis derechos
puedo continuar diciendo
que quiero respirar cerca de tu vida
hasta que se funda
se diluya
se confunda
con la mía

Quiero todo esto con vos
y sin vos
olvidarlo