Semana Santa ¿que le invoca a la gente?
Un plato de mariscos, disfrutado en familia,
vacaciones, tres días de levantarse más tarde
huevitos de Pascua para buscarlos luego que los niños los escondieran,
festival de películas bíblicas en la TV,
ver a Charlton Heston jovencito en Ben Hur
viajes fuera de la capital,
tener harto tiempo libre para leer y dormitar,
a los ateos, agradecer al que niegan, por permitirles tener tanto feriado,
darse cuenta del poderío mediático del Catolicismo,
tres días en que no hay que preocuparse de pagar cuentas
¿Jesucristo?
No, no lo conozco, nunca lo he visto.

Viene Semana Santa
y aquellos que escupieron áspides
ahora pedirán amor y recogimiento,
he visto a muchos que poco antes
blandían garrotes y cadenas
y el domingo enarbolaban inocentes ramos,
a todos les asusta esa imagen del Cristo doliente
y bajando la mirada ante su presencia
le atiborran de velas y limosna
como si el sebo y el vil metal pudieran
blanquear sus almas pecadoras,
hasta los agnósticos se desagnostican
para vibrar con Jesucristo Superstar

Viene Semana Santa
y en acto de obsecuencia, nadie consume carne
para que los marisqueros, pobrecitos ellos,
hagan su agosto en abril, así sea,
todo será paz y recogimiento, nada de fútbol
el mundo es cosa buena, ya sea que las velas,
los conejitos, los ramos y las plegarias
le hagan creer a la gente que Jesús está de pie
mientras un ser oculto tras un par de gafas
en medio de esa marea contrita y dadivosa
gime para sus adentros con voz lastimera:
Perdónalos, Señor porque no saben lo que hacen…