¿¡ESTO ES VIDA!? Capítulo 3: Teoría de la adicción



“Decíamos ayer” (vale, usar esa frase es un plagio vil, pero no tiene copirai).... ¿qué decíamos ayer? Pues ahora mismo no lo recuerdo. Es que esto lo escribo después de tantas cosas... De hecho, este capítulo no es el siguiente cronológicamente, pero ahí lo voy a encasquetar. Espero que no os importe....Total, da igual lo que decíamos, pero ahora me gustaría hablar de los vicios, las adicciones, el instinto de vida y muerte (Erich Fromm), y el deseo, y otras cosas ad hoc habeas corpus .Antes que nada: instinto de vida es todo aquello relacionado con vivir, sobre todo, con vivir bien: disfrutar de la vida, de un amanecer, de una conversación, del propio cuerpo, etc. El instinto de muerte es todo aquello relacionado con el hecho de morir: pensar en torturas, muertes, torturar, matar, morir mal…
Se puede vivir y/o morir bien y/o mal. Ejemplos: Gandhi, al parecer, vivió bien y fue asesinado, pero seguramente él no tuvo nada que ver en ello, así que él no murió mal, fue asesinado… ¿Lo pillas? Hitler, al parecer, vivió y murió mal, porque parece ser que vivió poseído por el instinto de muerte, y murió mal porque se suicidó. (Reclamaciones al maestro armero, o mejor dicho, a Erich Fromm, yo me lavo las manos como Pitágoras, que se lavaba las manos como Pilatos, ¡vamos digo yo!).Todos tenemos algo de instinto vital y mortal, aunque lo normal es tener más instinto vital (supervivencia, “enamorao de la vida aunque a veces duela”, disfrutar de cosas sencillas, ser optimista) que mortal (sacrificio, suicidio, sadismo, masoquismo) Cerramos el tema instintos de Fromm.
Los vicios y las adicciones no son lo mismo. Incluso dependiendo del contexto pueden variar. Es lo que pasa con estos conceptos tan abstractos. En este capítulo, vicio será una mala costumbre, un hábito que puede resultar desagradable, o como mucho molesto (por ejemplo...rahcarse loh cohone con toa la mano delante de toa la familia, suegra incluía). La adicción es algo serio, patológico y con lo que no me sale hacer ninguna broma ahora. Preguntas del millón: ¿Por qué tenemos vicios y adicciones? ¿Por qué, sabiendo que una persona con vicios y/o adicciones se autodestruye y/o afecta negativamente a su imagen y /o a las personas allegadas? Bueno, la verdad es que voy a pasar ya de los vicios, porque no tienen mucha chicha. Es decir, un vicio pasa a tener chicha cuando pasa a ser algo patológico, es decir, cuando afecta a lo que uno considera su ritmo de vida. Por ejemplo, eructar en la cara de un familiar de vez en cuando puede ser molesto, pero no patológico (aunque puede ser peligroso si el familiar está de mal humor en ese momento). Eructar habitualmente en la cara de un familiar es patológico, seguramente. ¿Vaya ejemplo más asqueroso, verdad? Sobre todo si imaginamos que el vicioso es aficionado a comer ajos y cebollas crudas aderezadas con pelotazos de orujo peleón…

Tengo una teoría: la teoría de la adicción (¿os suena? Sí, es el título del capítulo, ¡qué casualidad!).Todos tenemos ideas vagas sobre el tema: " por qué sí, por qué no, yo qué sé, déjame en paz, ¿no ves que estoy viendo la tele?, etc."...Pero ¿quién se atreve a exponer una teoría? Pues yo, toma castaña. Ahí va:

Creo que en la... ¿Cómo podríamos llamarla?...sociedad occidental, primer mundo, sociedad capitalista... ¿os hacéis una idea?...Pues en esta sociedad nos crecen los enanos. De hecho, creo que desde que somos conscientes que existe este tipo de sociedad, los problemas no dejan de crecer. Quizá no es totalmente cierto, pero la sensación suele darse. Entonces, surgen problemas, y uno es el individuo frente a la sociedad, y a su vez el individuo dentro de la sociedad. Sí, la dualidad individuo-grupo, yo-los demás, “Blac and uait”, etc. Pero centrándonos en la dualidad individuo-grupo, hay cosas que nos unen al grupo y hay cosas que nos separan de él. El grupo es comunicación externa, es apoyo, seguridad, leyes (en parte)...El individuo es comunicación con uno mismo, es independencia, riesgo, trasgresión (en parte)... Y de vez en cuando surgen situaciones que hacen tambalearse esos castillos de naipes (yo, sociedad): Igualdad Hombre-Mujer, homosexualidad, eutanasia, suicidio, adicción, matrimonio, delitos, abusos de poder, equilibrio entre instinto de vida y de muerte y un largo etcétera...pues en parte, estas situaciones que pueden ser problemáticas se dan por el tema individuo-grupo, o minoría-mayoría. En el caso de los vicios y las adicciones, me gustaría hablar del tema individuo-grupo, porque cuando uno es adicto, parece estar renunciando a la sociedad en general, a la familia en concreto y posiblemente a sí mismo.
¿Cuántas veces un ser humano cruza el límite sabiendo que está mal? He perdido la cuenta (y eso que tenía apuntado hasta lo del vino ese tan bueno que no me acuerdo como se llama)… ¿Por qué lo hacemos? Rebelión, búsqueda de emociones fuertes, ganas de evadirse, baja autoestima, curiosidad… Todo eso y mucho más, porque no sólo hablamos de lo que pensamos, si no también de lo que sentimos (sentimientos, emociones) y de lo que sentimos (físicamente), y todo esto implica desde el circuito neuronal que nos empuja a buscar estímulos nuevos hasta el circuito neuronal que nos empuja a repetir y repetir algo que nos da un placer efímero que sabemos que nos va a perjudicar a medio y largo plazo pero que o no nos importa o no podemos controlar. Desde el pensamiento que nos pellizca la curiosidad hasta aquel que funciona de maravilla para poner excusas y razones que tan poco nos cuesta creer. De la primera calada hasta la última aguja clavada en el brazo con moratones de otros pinchazos alrededor.
Se acabó el tono de broma en este capítulo. Sólo me queda decir: creo que todo está en nuestra mente. Todo empieza en cada uno de nosotros, continúa en todos los que nos pueden ayudar y vuelve a acabar en nosotros. Que cuando uno siente que hay un problema, es seguro que lo hay y lo mejor para uno mismo y todos aquellos que nos importan es luchar cada segundo del minuto de la hora del día de la semana del mes del año de toda la vida hasta que ese problema deja de existir o cómo mínimo, queda latente (física y/o mentalmente) y uno puede seguir viviendo sabiendo que esa astilla estará siempre ahí clavada pero que nunca más nos volverá a hacer demasiado daño. Porque aquellos con adicciones no vivimos tan bien como los que no las tienen. Porque me parece mejor sentir el instinto de vida que el de muerte. Aunque no estoy muy seguro de si la adicciones sólo las tenemos algun@s o si son algo inherente a todos los seres humanos (adicción a las drogas, a alguien, al trabajo, a un equipo de fútbol, a un partido político, a un pensamiento, a una palabra…).