Sin dudas no hay muchas cosas comparadas con acostarse,
Tapar hasta el último reducto con una manta y cerrar los ojos.
y sentir como el universo se pone a rezongar:
Despacio, fuerte, caprichoso furioso, como infinito lamento.
Que lindo es creer que todo eso es para uno,
y para nadie más,
y en tu propio egoísmo, que siempre esta aunque nadie lo quiere,
Sentirse querido, sentirse allí, destapado sin frió, y por que no
Motivo y causa del chamullo ruidoso del universo,
Que parece escuchar siempre hasta que hacemos silencio, y sin
Guardarse nada, chapotea, todo con motivo más que claro,
Dejarnos con oídos empapados, sin sed,
y con el fabuloso recuerdo de una noche arrulladora
Mientras el mundo continua lavando pena tras pena
Gota tras gota.
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