Solo en la distancia
encuentro paz.
Paz que alivia el dolor de este cambio
la soledad de mi nuevo mundo,
Que va más allá
de la que alguna vez conocí.
Mundo que encierra una mente infinita
que no se libera
que trata de mirar hacia atrás
victorias pasada, batallas de sombras triunfantes
del gozo de la coronación divina
del esfuerzo monumental, que luego de ser premiado
escapa a un nuevo futuro
nuevos horizontes.
Renacer frente a estos
el alfa y el omega de la vida.
Dejo atrás la conciencia
la amistad, el cariño
la niñez y la inocencia,
la despreocupación de vivir.
Los amaneceres que no se cuentan
los atardeceres libres contemplando el mar
tranquilo, lleno de paz...
pero también poderoso, lleno de ira
furioso, desata la tormenta.
Las olas, gigantes dormidos.
Se levantan y asotan la arena virgen
Majestuosidad solo comparable con la grandeza de Dios...
Dejo atrás recuerdos, dejo atrás la vida escrita
un libro más en mi galería roja...
Dejo la noche, intensa y calida....
La pasión, la bohemia, la juventud plena
Los mejores años de mi vida...
Oscura, altanera e inmensa era la noche
que liberaba las almas de una rutina
de la monotonía de sus vidas..
nos desataba, nos dejaba caminar y adentrarnos
en ese bosque negro...
negro de locura, lucidez y euforia
conceptos análogos, pero juntos
definían de forma fidedigna
aquella fiesta de seres inmortales al olvido...
Y llega puntual ese día...
Aquel día que recuerdo con felicidad y dolor
hermoso dolor de la despedida..
Tal era el gozo que podría haberme despedido para siempre
pero nos llega la hora
la decisión mas importante
la búsqueda del éxito propio.
Dejo atrás vida pasada por vida nueva
vida por la que ahora lucho, proyección...
Será una larga guerra... que enseñara a esta alma
su lección apoteósica de vida, que definirá al fin
mi estancia terrenal en este mundo, dejo atrás... |