Héroe, de pecho enhiesto,
necesitas una causa
llámese patria, llámese bandera,
llámese como se llame
la señora aquella que defenderás
con tu vida si es preciso.

Mártir, harás lo imposible por inmolarte
y no importará si es la bala de un arcabuz
o las fauces de un león asesino
los que te enviarán a la gloria eterna.

Ambos serán material para la enciclopedia,
inspiración de pintores y escritores,
se dirán tantas cosas de ustedes,
serán puntaje para la prueba de historia
o mencionados en la misa dominical,
héroes o mártires o mártires y héroes,
ametrallados, descuartizados, deshechos,
serán recompuestos en algún monolito
y algunas calles llevarán sus nombres,
serán fecha de calendario y los niños
los inocentes niños se quedarán en casa
sólo porque ustedes sintieron el impulso de morir
para que alguna peregrina idea,
o un bastión, sobreviviera…