Parece ser cierto,
los muros están cayendo.
Donde había hielo están los árboles
donde caía la sombra están los cuerpos,
recibiendo luz

Parece ser cierto,
hay mas de un motivo para creerlo.
En la cornisa de mis pensamientos,
duendes de noche encantan las calles
bailando a espaldas de la muerte.

Todo está a punto de ser descifrado,
caen los días como monedas
en manos sedientas de fe.
Rompo el espacio naciendo en un tiempo
que lava lo escrito sobre hojas de barro.

Puedo unir ahora
las puntas del querer y el poder
voy despacio hacia donde me abrigue
una inmensidad que me hace ser lluvia
sobre secos campos olvidados.

Respiro el tiempo como notas
que recorren este espacio abierto
una a una van construyendo
nuevas ráfagas de cantos
para oídos sordos de silencio.