Existió una joven chica con tantos problemas en su pobre vida…Claro que cualquiera los tiene, y para cualquiera sus problemas no pueden ser más grandes.
Les contaré un poco de su historia:
Dejó la escuela para después huir de su casa y poder crecer de alguna forma. Estando en su casa jamás lo haría ya que vivía bajo el yugo de sus padres que no la dejaban hacer nada en lo absoluto. El gusto de vivir lejos de ellos le duró 3 días, y no fue porque ella hubiera regresado con la cola entre las patas, sino que sus padres (benditos sean los padres) fueron por ella envueltos en chantajes y falsas promesas. Claro está que todo lo que se dice con desesperación tiende a ser mentira, sólo la querían de regreso para poder controlar su vida como siempre lo habían hecho. La muy inocente les creyó y se decepcionó cruelmente al ver que nada de lo que había hecho para cambiar las cosas dio algún resultado. Incluso regresó a la misma escuela de donde con tanto trabajo se salió. Al final de cuentas terminó donde había empezado. No avanzó ni para los lados, sino para atrás. Su novio, el que ella creía que era la única persona que la aceptaba con errores, defectos y virtudes, la decepcionó también al hacerla a un lado porque no tenía ningún futuro con ella. Después de todo no era la chica que el pensaba.
Qué haría ahora? No era feliz con su “nueva carrera”, con su familia, sin talento de alguna índole, sin ser tan inteligente…que podía hacer?
Una mañana al verse al espejo se alegró de no ser ella, y yo me asusté al ver que era yo.
Y esto, es sólo un poco.