Hubo una caída Y sin remordimientos el cielo ocultó la brisa De destellos que no acometían Ante la muralla helada de tu sonrisa. Cometí asesinato con tus ojos Pero no me permití sangrar Aunque hubo dolor en el destierro Y tu alma cayó al suelo y se manchó. Oscurecer la boca Para besar tus sinsabores Ocultar mi piel verrugosa Y no tocar tus olores. La mente paga el precio Y se apaga como sol de noche Mientras las olas limpian la espesura De mordiscos sin dientes que desgarren. Aunque todo es funesto Algo respira sin aire Pero cierra los ojos para sentirse muerto Y viajar con alas rotas por el peso. Húndete en el lodo ensangrentado Y con tu lengua limpia mis hemorragias Sabrás como se siente el sabor Que guía la vida del rechazo, del dolor.
Texto agregado el 10-04-2006, y leído por 120 visitantes. (1 voto)