Marzo 2006

Que ya no te mire mi mirada curiosa,
que te encuentra tan perdido en circunstancias.
En un abismo se convierte el mundo
con sólo una mirada nuestra,
y la sonrisa que sin querer escapaba de tu alma.
El tiempo se regosija observando su juego
y en insulsas fichas de ajedréz nos fuimos transformando.
El orgullo te incomoda tanto como el peso de mi alma.
Y el dolor olvidado ya no duele tanto como ayer.
El juego comienza nuevamente
pero hoy ya no existe jake mate.
El destino así lo quiere y yo no le discuto.
Cada día nos pone a prueva, quiero salir con honores.
Tantas palabras guardadas hoy quieren gritarse
y sólo esperan un momento, el de ser escuchadas.
Si las manos que hoy nos juegan son todo aquello
que entre nosotros nunca dijimos, todo eso que pesa.
Hoy mi defensa son sólo peones y con eso alcanza.
Mi alma recuperada espera el encuentro.
Todo está listo para un nuevo juego.
Pero esta historia ya es la mía y sólo yo
puedo escribir su último punto.