solo sentarse y levantar la mirada y tal vez encontrar otra perdida junto a la mía parecen buscar lo mismo solo otra igual, otra sin sentido. El silencio habla con los ojos repentinos segundos de brusca fijacion ¿nos conocemos? suplican mis pupilas y las suyas responden con igual agonia Es la ley del silencio la mirada se cruza, te envuelve y luego se despide en un hálito de lúgubre infinito.
Texto agregado el 08-04-2006, y leído por 115 visitantes. (2 votos)