Algo le hacia creer a Avatar que estaba todo mal. Aleph ya lo había reprendido por el mal gasto de C-21 en el asalto al Templo, pero Avatar no le tomo importancia, Aleph ya no podía hacer nada comparado con el poder de control que ahora poseía. Ahora él mandaba en la Corporación y eso no era cuestionable.

Los Agentes se acercaron a la gran sala para hablar con Avatar en esos minutos.

-Agentes, informen-Dijo Avatar mientras su maquina levitante vibraba.
-Señor, hemos encontrado influencia desviante en el sector v-51 de la ciudad, solicitamos permiso de reconocimiento del lugar para no acceder a perdidas considerables.
-¿PERDIDAS COSIDERABLES?-Grito Avatar mientras presionaba un botón en su maquina estabilizadora al momento en que el Agente reventó por una sobrecarga del sistema operativo, circuitos quedaron destellando en el piso- Nadie me dice a mí que es lo que debo hacer, Agente 2 prosiga con la información.
-Sí mi señor; el perímetro esta rodeado por vallas anti personales que indican acciones anárquicas por parte de la Acracia. Si no es erróneo el dato que se nos dio, al parecer allí se encuentra el antro bohemio Paloma's, donde los acracios se reúnen a sodomizar la noche en escandalosas fiestas.
-Oh, eso es bueno... Quiero que liberen a un escuadrón de Colosos en las cercanías para el reconocimiento. Al llegar el informe me traen lo analizado.
-Así será señor.
-Pueden retirarse, sin antes sacar esta maquinaria inservible de aquí.

Avatar era el quinto en su especie, otros ya habían cometido errores graves, y por eso cayeron rápidamente. La Corporación no quería tener a otro, pero las maquinas tomaron el poder y este Avatar era la consecuencia. Era el mas malvado, nunca un cerebro tan pequeño había sido tan diabólico como este. Cuando lo conectaron a la Maquina, los cables tomaron vida propia y ahorcaron a los instaladores. Ya nadie se podía acercar a él.

Mientras tanto en las cercanías al Portal del Abismo, Petrov preparaba el segundo ataque a la Quimera, esta vez la sangre llegaría a todos los rincones de la ciudad. Y el mismo mundo se retorcería del dolor provocado. Llegaban los mejores y asquerosos monstruos por el portal, atroces bestias bicéfalas, muertos vivientes, esquizofrénicos con poderes mentales y demonios de todos los tipos.

Moloch le había dicho que los ejércitos de los muertos eran los mejores; por tener la oportunidad de volver a pisar la tierra de los vivos eran capaces de cualquier cosa, incluso de firmar pacto con mismo infierno. Además comentaba de forma sarcástica a Petrov que eran el mejor alimento para la maldad, mientras más, mejor.

Petrov no sufría de cansancio, lo único que le molestaba eran esas voces plasmadas en su mente desde el Holocausto que acabo con varios de sus amigos transformándolo en un ser vil, cruel y frió ante todo. Ya no recordaba ni a su propio hermano, para que decir de Lázaro, el que lo ayudo a salir del campo de concentración.

Moloch en sus aposentos creaba a mas y más demonios para la gran batalla, pronto vendrían los cazadores de la noche, los nuevos Inquisidores y también las luchas por el poder oscuro. La era de los Baltazos estaba por llegar, solo había que esperar que la entropía forjara mas desorden.

Coyote y Shane viajaron por la ciudad en un auto policial, reconocieron bastantes lugares en los cuales había desviantes que los miraban con recelo y algo de susto. El descuido de Coyote al volante al encender un habano casi los dirige hacia un poste de contención, al frenar Shane vio algo raro en él.

-Mira Coyote, que es ese símbolo en el farol- indicaba una pintura que había plasmada en aquel gran faro.
-Tenemos problemas... -Contesto Coyote al ver por el espejo retrovisor a un Coloso dirigiéndose al auto donde se hallaban.
-Corporación... como no lo supe antes men... -Trato de esconder el nerviosismo que tenia.

Coyote en ese instante abrió la guantera y saco dos escopetas, aun que sabia no servirían de mucho, aquí la energía dominaba y el que la poseía era Shane.

-Crees que sirva este amiguito largo e irradiante-Le dijo Shane a Coyote indicando ahora el faro otra vez.
-Probemos... -Apunto sus escopetas y disparo incesantemente haciendo que el Coloso determinara los objetivos, enviaba la información a los satélites corporativos en orbita y luego la Maquina los recibiría, por ende Avatar sabría de todo.

Los cables del farol se cortaron haciendo chispas y explosiones, Coyote se cubría con su chaqueta mirando hacia donde se dirigía el Coloso. Shane con sus ojos blancos por la fuerza que hacia movía por los aires aquel gran “bate” de metal gigante.

-Este será un homerun Coyote-dijo Shane con su gran sarcasmo- Strike 1... Strike 2.. y paf!

El golpe fue tan fuerte que el Coloso se partió por la mitad, mientras que una de las partes explotaba por los aires, la otra movía las piernas como si todavía funcionara.

-Acábalo de una vez y larguémonos-Dijo Coyote al ver que Shane se entretenía viendo ese movimiento del mutilado cyborg.

Usando el farol como aplanadora, destrozo las ultimas partes del Coloso, subieron al auto, pero al hacerlo algo piso el techo. Acabaron problemas que acarrearon con otros. Solo al ver hacia arriba vieron como 2 ninjanatos se incrustaban por la lata que tapaba sus cabezas. Una cabeza se asomo por el parabrisas. Era Sombra.