Las sombras de la inocencia, los aromas de la locura, las acaricias del viento.
El misterio de la existencia, los miedos de la valentía, los cantos del unvierso.
La calidez de un beso, la piel de un abrazo, la suavidad del pelo.
Las preguntas del aire, las respuestas del agua, los mares del silencio.
Las huellas del pensamiento, las dudas de la noche, la gracia del momento.
Las palabras del pánico, las excusas de la cobardía, las puertas del infierno.
El amor de mi alma, con el corazón en mi garganta, siento que muero.
La vitalidad de mi voz, las ansias de mi mirada, la intriga desconsolada.
La sangre se derrama, ríos de ella navegan el espacio, la soledad canta.
El delirio de mis sueños, la muerte del consuelo, la desnudez de mi cuerpo.
El llanto de la niña, su infancia desolada, sus dolores muertos.
El mundo de la risa, la laguna introvertida, la alucinación del desierto.
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