En la misteriosa cabaña junto al lago han sucedido cosas extrañas, nadie sabe porque en los últimos años ha permanecido cerrada.
Es raro que nadie se haya acercado a pasar un tiempo en tan paradisíaco lugar, donde el sol es tan dorado y las estrellas tan brillantes que invitan a permanecer largo tiempo bajo ese cielo transparente, escuchando solamente el canto de los pájaros y el crepitar de las olas junto al pequeño muelle.
Mas adelante, colina arriba se encuentra el arroyo del sonido musical que encanta con su belleza, sus aguas se deslizan suavemente sobre las distintas plantas que despiden un aroma cautivante.
Los innumerables peces de los más diversos colores, se mueven
rápidamente entre las extrañas flores del arroyo que cautivan con sus movimientos permanentes bajo el agua, moviéndose al compás musical de la cascada que canta acariciando las piedras.
Es imposible no quedarse largamente contemplándola, sin sucumbir
A tanta hermosura, es extraño por eso que nadie más se haya acercado al lugar.
Cuenta la leyenda que las flores del arroyo, llenas de vida y colorido son Las almas de las jóvenes que en un tiempo muy lejano
Vivieron en la cabaña.
Cuenta la historia que allí en el siglo dieciséis vivió una familia compuesta por el matrimonio y cinco hijas famosas por su belleza.
Cada mañana salían a sus quehaceres y lavaban la ropa en el arroyo transparente mientras su madre cocinaba con las más aromáticas especias del bosquecillo.
El padre, hombre rudo se ausentaba largas horas mientras iba de caza.
Las mujeres permanecían el mayor tiempo solas mientras inventaban los más diversos juegos que la naturaleza les proporcionaba.
Que felices eran en aquel lugar!
Era bello contemplar los amaneceres y escuchar el canto de las aves, como también el atardecer encandilaba con su color anaranjado.
Las muchachas vivían llenas de alegría.
La madre, mujer sabia e inteligente, se ocupaba de educar a sus hijas de la mejor manera.
Aprendieron muchas cosas a pesar de que nunca salieron del lugar, tampoco lo deseaban, eran muy felices allí, pero un día un grupo de hombres llegó al lugar, eran aventureros que querían descubrir nuevos lugares y emociones.
Las inocentes y bellas jóvenes puras como la naturaleza misma, se enamoraron locamente de los extraños visitantes, ellos las hechizaban con sus cantos, y las enamoraban con la sutil caricia de sus manos, así fue que las chicas ilusionadas aceptaron la propuesta de casamiento de los cinco visitantes creyendo en sus palabras. Ofrecieron construir el más inmenso castillo sobre la montaña. Donde vivirían.
Ellas creyeron enloquecer de felicidad mientras embriagadas con sus caricias olvidaban las horas y los días que pasaban rápidamente, la seducción de los extraños seres las envolvía, y olvidaban todo, hasta que un día embelesadas junto al arroyo y mientras se bañaban en la transparente cascada un temblor inesperado las arrojó a una caverna desconocida donde los hombres las invitaron a un banquete provisto de los mas suculentos manjares, mientras los probaban más deseaban comer, jamás en la cabaña habrían probado esos manjares.
La comida era dulce y mágica, comenzaron a sentirse mareadas y mientras comían y bebían mas sed sentían, y no podían controlar el deseo de seguir bebiendo mientras los extraños sirvientes ofrecían los más variados vinos y los mas dulces y jugosos frutos.
Al llegar la noche los caballeros las condujeron a una extraña cámara que se dividía por su inmensidad en distintas habitaciones
Cercadas por glorietas de flores entrelazadas entre si, como si una mano hábil las hubiese entretejido.
De mas está decir que bebieron del placer como jamás soñaron y enamoradas sucumbieron a las caricias de los hombres.
Se dice en el lugar que las jóvenes desaparecieron y sus angustiados padres encontraron la ropa junto al arroyo.
No volvieron a ver a sus adoradas hijas.
Se cuenta que por las noches puede escucharse en la casa los lastimeros gritos desesperados de sus padres.
Dice la leyenda que las flores del arroyo son las almas de las desaparecidas niñas.
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