Tepo me miraba extrañado.
- Quieres decir que los pinsapos no conocen de aritmética?
- Nada de eso -replicó Chuli con hígado- BUNSEN es un nombre que a nadie le gusta oír. Es como decir "chincheta" por bulerías. Sexy thing.
Tepo no lo entendió, porque pronto se enrolaba en la marina. Pero su curiosidad por conocer el sueño era mayor que su hermano mayor.
- Prosigue Chuli, no me dejes en la estaca.
- Da?
- Da, da.
...recogí mi guita y evité males mayores y hortensias. Tenía que llegar al monte BUNSEN, nada me lo impediría, nada, aunque tenga que matar mazorcas y beber agua.
Noche y día anduve por negros prados de tiza, sin que nada ocurriese (cosa que no esperaba). Pero cuando ya alcanzaba mi objetivo, tenía que vadear un río: el río de Miguel Ríos.
Toda el agua era como Miguel Ríos, tenía su pelo rizado y su tráquea, era como marcar reses de boj. Con mucha dificultad lo sorteé, pero cuando ya llegaba a la otra orilla, una ola gigante de pacotilla me desestabilizó y a punto estuve de caer al océano mediterráneo, pero un barquero loco me salvó.
- Me has salvado la vida, loco, cómo te lo puedo agradecer?
- Si me cambias la charanga, te diré rodrigo. Págame con risas. Son 5 risas.
Se lo dí y cuál fue mi sorpresa al instante: tras de mí se formó una colina: el monte BUNSEN, inconfundible por ser suavito y con un enorme falo en su centro...
(CONTINUARÁ)
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