Aun hacen ruido los pasos caminados por veredas angostas pobladas de suspiros
Es el viento que se colaba entre las piernas el que resuena aún hoy en mis oídos.
Dos que se perdían entre calle y calle buscando apoyo en paredes ajenas
para sostener la imposibilidad de los cuerpos que se buscan sabiendo del desencuentro.
La última luna que los vió guardó sus siluetas para que la soledad de la noche
se desvaneciera en la contemplación de la danza de los cuerpos.
Cuando la pasión arrebata la ciudad es de papel y aroma a madera,
cualquier sitio es el sitio
cualquier lugar el mundo.
Luego, el torbellino: un instante de tiempo.
Después: tiempo.
Entre medio: .....
Bajosfondos de un animal herido caminando ebrio entre fantasías
¿qué harás cuando el tiempo mendigue retazos de aquel sueño?
Con dagas punzantes abrirá en tu piel las marcas de aquel silencio compartido
y la luna cada noche traerá siluetas fantasmales
a las que contemplarás en su danza ajena,
como si nunca lo hubieras vivido.
Texto agregado el 07-04-2006, y leído por 108
visitantes. (2 votos)
Lectores Opinan
21-12-2006
Lo dicho: me encantan tus letras. Un abrazo. Thais
10-04-2006
Muy buena tu poesía, me gusto***** clear_su
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