Te encontré en la hora exacta del tiempo equivocado. No te estaba buscando y sin embargo ahí estabas. Unos ojos me cautivaron, un cuerpo me envicio, una sonrisa de embrujo. Tu personalidad inquieta, engañosa me atrajo hacia ti. Poco a poco el tiempo paso, poco a poco los misterios se fueron revelando, tu pedazo de alma se fue haciendo visible. Así surgiste, o más bien ya eras, pero yo no te había visto.
Un día te vi, con tu capa de egoísmo rodeándote, protegiéndote de alguna decepción.
La vi, pero ignore ese rasgo, tal vez era solo de un día tal vez era solo la hora, el momento o el tiempo. Sin decir nada continué viéndote, mis ojos tal vez se fueron abriendo y cada vez que volteaba a ver, encontraba otro rasgo.
Primero fue el egoísmo y como era de esperarse, la falta de compromiso te acompañaba.
Luego fueron tus palabras sin significado, promesas rotas y juramentos destrozados.
Aún así seguí, no quería darme cuenta de lo que en verdad eras. Hechizado estaba por la ilusión de haberte conocido, de tener a alguien ahí para apoyarme, pero un día el hechizo se rompió, tus fantasmas, tus miedos todo, se fue salio a la luz en el momento en que no hiciste nada para que no muriera de dolor, solo quedaste ahí acostada sin decir una palabra cubierta por tu apatía y tu desamor. Te fuiste de mí. Tus ojos ahora eran hipócritas, tu sonrisa era burlona, tu cuerpo era atrayente más no hermoso. Sabìa la verdad, seguía negándome, de nuevo cometí el error de seguir luchando.
Lucho con todas mis fuerzas y aun así no lo notas, desgarro mi alma por ti y tu solo ignoras.
¿Dónde quedo el pasado? ¿A dónde fueron mis ilusiones? ¿Por qué no me di cuenta en un principio?
No te culpo a ti, sino a mí.
El afán de cumplir un sueño fallido, la soledad que pesaba más que el dolor, las ganas de sentir un aliento bajo la luna, me llevaron a pasar un año esperando algo que en el fondo sabía que no iba a ocurrir.
¿Por qué razón cambiaras algo de tu ser? Nunca estuviste comprometida, nunca te diste cuenta el daño que me hacías al no soñarme, al no arriesgarte, al no verme.
Fui yo el que me equivoque, no tú. Yo fui el que insiste en tenerte, en abrazarte y besarte, en verte en todo tu esplendor en hacerte feliz, tú nunca lograste hacérmelo saber.
Fui yo el que se lanzo al barranco por tratar de cambiarte.
Y soy yo el que esta arrepentido de haberte soñador. Soy yo el que ahora, tiene el alma hecha pedazos.
Que mas queda en esta vida, que seguir buscando a alguien que tal vez cumpla una de sus promesas de amor?
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