Miro esa foto
y me dan ganas de escribirte
por último, de hablarte

Así, el primer sentimiento de verte
o de columpiarme en otras palabras
de dormirme en las tuyas.

¡Cuán hermoso es lo que quién sabe!
¡Lo que yo prentendo reunir
en un latido desordenado!

El telón de tu rostro
que cae como el brillo
de un planeta oculto
da el paso
a un abrazo
que no se pierde
como río en el mar doliente

Yo junto esas olas en mis labios profetizados
y bordo los pétalos de un sol desvestido
en las caricias de nuestros dedos pequeños