Nada pulsa como tu respiración mi corazón
A meses de distancia esta tu mirada azul como el cielo que falta en mi alma
Ningunas uñas como las tuyas para arañar mi espalda
Y desenredar mi cabeza apoyada sobre tu vientre caliente
Nadie como tu para enseñarme a jugar, a morder y maullar
Tu especie, despreocupada y luminosa, seducción salvaje y suave
Mi especie, amando tu linaje
En dioses y magos reencarnaste
Nadie como tu, para trepar por el árbol genealógico de mis memorias
Mercenario de mis momentos insanos
Curabas mi corazón y lo limpiabas del dolor
No mencionaste que un día te irías
Aun te espero, sentada en la luna con las manos frías
Con tu partida se fracturo mi tormentosa vida
Y nunca otro como tu sano tan dulcemente mis heridas
Texto agregado el 06-04-2006, y leído por 63
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
06-04-2006
Las despedidas son dolorosas, ojalá regrese. Te dejo mis 5* Peter_6
06-04-2006
"No mencionaste que un día te irías"...cuando es así, surge un poema como éste...felicidades y saludos
Reflejo
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